PERRO NO COME PERRO

***Culpables

Hola grillito que onda contigo te ausentas canijo, te vale chet, a tus ciudadanos los dejas desprotegidos, pero bien que saben y que, siempre los deleitas con tus veracidades, con tus cosas que incomodan, que no es más que la verdad con la que te desarrollas, así que no salgas con fregaderas; a lo que te truje chencha.

YA SE, como dicen en el argot popular, tratare de ser lo más verdadero en los comentarios, vamos a discernir, a dejar en claro, lo que acontece en SAN FER de mis amores y de los de ustedes caranchos, mira pos vamos entrando.

Reza la conseja popular en el medio periodístico: “Perro no come perro”.

Aunque el periodismo es sagrado, ejercerlo con humildad, profesionalismo, desde lo que nace, sin privilegios, sin ser materialista, sin enriquecerse, a lo mejor si el alma, pero no el ego.

Viene a colación porque cierto comunicador lejos de enfrentar una batalla seria, con ética, con profesionalismo hacia cierto objetivo, toma como punta de lanza a los periodistas a los que ningunea, los maltrata, los exhibe, cuando son los menos culpables de que no haya alcanzado satisfacer sus necesidades económicas.

Su frustración e impotencia de no alcanzar convenio con el ayuntamiento local, despotrica sin ton ni son, agrede, lastima, se va a la yugular a quienes son ajenos, en este caso a los periodistas, que desconocen o omiten el transitar del chantaje, la extorsión y el enriquecimiento ilícito en que incurre.

Y como no, su frustración salta a la palestra, si su objetivo son 150 mil pesos de convenio mensual, más la renta de su camioneta, maquinaria, de mil 500 pesos diarios por unidad, que le costaban al pueblo no se ven cristalizados. Así como del pago total de sus trabajadores en la nómina de su periódico.

El pueblo no da para más, vilipendiado por las situaciones adversas aunado a eso no puede soportar más iniquidades, que por caprichos mezquinos personales recae en el ataque sin fundamento a los comunicadores que en realidad, son los menos culpables de que estén comiendo migajas, como él lo dice, de ser muertos de hambre, omisos.

San Fernando es tan generoso con la gente tanto que lo visita y si se queda, que lo viene a recibir con los brazos abiertos, que es tan hospitalario, es un pueblo que no se acuerda como se llega, si con una mano atrás o una adelante, si traes zapatos o no, le pone periódico, enriquecimientos ilícitos a través del chantaje, la extorsión, le da satisfacciones a más no poder, pero requiere de un periodismo apegado a las realidades y al agradecimiento.

El pueblo no dice nada, solo observa, califica y se cansa, ve con tristeza que no hay la seriedad para ejercer una tarea periodística como mandan los cánones y que el comunicador tiene como meta el ataque despiadado, sin la veracidad que los tiempos los reclaman para aumentar más sus arcas personales.

Afirma en su columna: “los periodistas”

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