PERSPECTIVAS TEORICAS Y MODELOS DE FORMACIÓN DOCENTE

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo aborda el tema tan polemizado en estos tiempos sobre la Reforma Educativa tomando los diferentes roles del docente como profesional reflexivo a cargo de una pedagogía contextualizada social y políticamente sobre su práctica y sobre la transformación de la educación que se imparta y del papel del nuevo docente que se espera en esta nueva era y en este mundo globalizado.

Esta reforma atenta a la separación sobre la concepción de la ejecución y la estandarización del conocimiento escolar con vistas a una mejor gestión y control del mismo y va encaminada hacia la devaluación del trabajo docente.

En esta reforma lo que están tratando de hacer es que el docente se comprometa a realizar una autocrítica de su trabajo en el aula desde su formación inicial, su preparación profesional, su actualización y capacitación.

Analizando los diferentes enfoques, programas, el contexto social, técnicas, teorías pedagógicas, métodos didácticos y estrategias que hacen que el alumno aprenda se puede observar que en la Reforma se puntualiza el nuevo papel docente, es decir; demanda un docente profesionalmente capacitado, en donde sea el mediador de los procesos de enseñanza y de aprendizaje en cada uno de los alumnos.

PERSPECTIVAS TEÓRICAS Y MODELOS DE FORMACIÓN DOCENTE

El debate sobre la Reforma Educativa gira en torno a dos aspectos fundamentales, en primer plano se deben examinar las fuerzas ideológicas y materiales que han contribuido a reducir a los profesores a la categoría de técnicos ejecutores y de alguna manera especializados dentro de la burocracia escolar, con la función de gestionar y hacer cumplir programas curriculares.

Esta idea es fundamental, ya que el desempeño docente no puede limitarse sólo a un asunto de didáctica, que implica sólo dar clases y hacer gestión escolar, sino sobre todo al requerimiento de una profunda revisión sobre la práctica docente para la transformación curricular.

En segundo plano ésta la necesidad de defender a las escuelas como instituciones esenciales, ya que estas contribuyen al desarrollo socio cultural y a la protección de los profesores, ya que cumplen la función como intelectuales transformadores, que combinan la reflexión y la práctica académica, con el fin de formar ciudadanos críticos, reflexivos y activos, mediante el enfoque teórico de Giroux sobre la idea de repensar y reestructurar la naturaleza del trabajo docente, que consiste en considerar a los profesores como intelectuales transformativos.

Siguiendo este enfoque la educación no puede seguir tendencias como recetas de cocina, por lo cual la reforma dejara mucho que desear, esta reforma debe surgir de los actores involucrados, sobre sus necesidades y contextos en los que se desenvuelve la población.

Ante esto se tiene un gran reto, por lo cual debemos ser congruentes entre nuestro decir y en nuestro actuar, tenemos que estar en constante formación para tener el mayor número de herramientas con el fin de educar para la vida, generando mentes que sean reflexivas y críticas, que puedan decidir libremente capaces de afrontar grandes retos, generando grandes cambios educativos.

Esta categoría de docentes intelectuales resulta útil porque ofrece una base teórica para examinar el trabajo docente como una tarea intelectual, ante un antagonismo a una definición puramente instrumental o técnica, mediante esto se aclara además las condiciones ideológicas y prácticas necesarias para que los profesores actúen como intelectuales, contribuyendo a explicar el papel que desempeñan en la producción y legitimación de los intereses políticos, económicos y sociales, que a través de su pedagogía ellos mismos aprueban y utilizan.

Mirar a los docentes de esta forma centra la importante

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