PILARES DE LA EDUCACION BOLIVARIA
Enviado por eneidaloutorresg • 29 de Mayo de 2013 • 5.867 Palabras (24 Páginas) • 332 Visitas
Pilares de la Educación Bolivariana.
La Educación Bolivariana es un proceso político y socializador que se genera de las relaciones entre escuela, familia y comunidad, la interculturalidad, la práctica del trabajo liberador y el contexto histórico social. O dicho de manera más sencilla: la sociedad hace de la educación un proceso en permanente construcción, donde los niños, niñas, adolescentes, adultos y adultas son asumidos en su integralidad y complejidad. Un proceso en el cual se consideran las experiencias educativas que conllevan al desarrollo de conocimientos, valores, actitudes, virtudes, habilidades y destrezas.
Como parte de este escenario se establecen cuatro pilares fundamentales para el desarrollo integral del nuevo ser social, humanista y ambientalista, que forman parte del Diseño Curricular Bolivariano mostrado por el Ministerio de Educación en su página web. Aprender a Crear, Aprender a Convivir y Participar, Aprender a Valorar y Aprender a Reflexionar son los cuatro ejes que fungen de cimiento del sistema educativo bolivariano.
A continuación, extractos de este material, que aún podría definirse como papel de trabajo, pues falta una versión definitiva aún no disponible en el sitio de Internet del despacho de Educación.
Fomentar la creatividad.
De la frase inventamos o erramos, pronunciada por Simón Rodríguez en 1828, surge el pilar de la educación Aprender a Crear; es decir, a innovar, a ser originales, libertadores y libertadoras, lo cual supone fortalecer y desarrollar cualidades creativas en el estudiante.
El fomento de la creatividad se logrará en la medida en que la escuela, en relación con el contexto histórico-social y cultural, la incentive a través de un sistema de experiencias de aprendizaje y comunicación; planteamiento sustentado en el hecho de que el ser humano es un ser que vive y se desarrolla en relación con otras personas y el medio ambiente.
De allí que para desarrollar la creatividad el maestro y la maestra deben valorarla y llevar a cabo los aprendizajes desde una práctica creadora, en ambientes sociales que permitan relaciones armoniosas, en un clima de respeto a las ideas y convivencia; así como de trabajo cooperativo, experiencias y vivencias con la naturaleza. La intención es promover la formación del nuevo republicano y la nueva republicana, con autonomía creadora, transformadora y con ideas revolucionarias; así como una actitud emprendedora para poner en práctica nuevas y originales soluciones en la transformación endógena del contexto social y comunitario.
Este pilar esta íntimamente relacionado con el principio de aprender a hacer, lo cual implica favorecer que el y la estudiante se apropien de los métodos y procedimientos que pueden leyes y propiedades estudiadas para aplicarlos en la solución de nuevos problemas científicos y sociales, lo que puede alcanzarse si durante el desarrollo del proceso se propicia el redescubrimiento de esos procedimientos y la posibilidad de su Aplicación en diferentes contextos.
Se trata de preparar a los nuevos republicanos y republicanas para afrontar exitosamente las exigencias sociales y personales de cada etapa de la vida, lo cual se opone a las acciones academicistas, formales, autoritarias o aisladas, heredadas de sistemas educativos anteriores, para lo cual se debe fomentar una educación en, por y para el trabajo.
Promoviendo la participación.
Este pilar encuentra su sustento filosófico, inicialmente, en el siguiente planteamiento: “…el hombre no podrá ejercer su derecho a la participación a menos que haya salido de la calamitosa situación en que las desigualdades del subdesarrollo le ha sometido”. Esta premisa de Paulo Freire explica la necesidad de superar el concepto de representatividad con el cual se colonizó al pueblo venezolano y se castró su ser político y ciudadano.
El objetivo es promover la participación “…del pueblo en la formación, ejecución y control de la gestión pública”, como “…medio necesario para lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo, tanto individual como colectivo”, tal como lo dispone el artículo 62 de la Constitución Nacional.
Ello supone, en medio del actual contexto político-social, la necesidad de formar una nueva ciudadanía con verdadera conciencia, comprometida con el desarrollo de las políticas sociales y garante de su adecuada implementación, mediante el ejercicio efectivo de su papel de contralora social.
También este pilar se sustenta en los postulados de sociabilidad, generalización y amor propio de Simón Rodríguez, como máximas del ser o sujeto social: sociabilidad es el objetivo de la educación, el sujeto social de las luces y virtudes es el hombre y mujer en sociedad; mientras que la generalización es la inclusión de todos y todas en la sociedad a través de los procesos educativos.
Además, dicho pilar debe propiciar procesos que se den en colectivo, que conlleven a la interacción, la discusión, la controversia y la coincidencia de significados; todo ello para lograr la configuración de un nuevo ser social, conocedor y comprometido con su entorno sociocultural, corresponsable y protagónico en el diagnóstico y solución de los problemas de su comunidad a través de la creación colectiva.
Libres y virtuosos,
Este pilar da vida a uno de los planteamientos claves del Libertador Simón Bolívar: “Renovemos la idea de un pueblo que no sólo quería ser libre, sino virtuoso”. Aprender a Valorar significa, entonces, tomar conciencia de la importancia de las acciones colectivas y desarrollar habilidades para caracterizar, razonar, discernir, dialogar y mediar, desde una ética Social.
El desafío es transformar la escala de valores capitalistas por una que esté centrada en el ser humano; trascender el colonialismo eurocéntrico capitalista, con el cual fue mutilado el ser humano, negándole una de las virtudes más hermosas que lo caracterizan como es la capacidad de reconocerse en sus congéneres y de sentir solidaridad con sus sufrimientos, dolores y carencias, actuando en consecuencia para transformar su realidad.
Ello implica el desarrollo de valores, actitudes y virtudes propias de la democracia plena; vinculadas con los principios de las relaciones afectivas signadas por la cooperación y la solidaridad; empleando como principal estrategia para fomentarlos, además de la dialéctica, la reflexión crítica, el diálogo y el trabajo voluntario, máxima expresión de la concienciación social.
Nuevos escenarios para reflexionar.
Finalmente, y a partir de la interpretación del
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