PLANIFICACIÓN ENERGÉTICA Y DESARROLLO SOSTENIBLE
Enviado por 36234 • 15 de Agosto de 2013 • 2.540 Palabras (11 Páginas) • 300 Visitas
PLANIFICACIÓN ENERGÉTICA Y DESARROLLO SOSTENIBLE
Pablo Álvarez Watkins
Ingeniero Mecánico por la Universidad Nacional Autónoma de México
Juan José Sánchez Inarejos
Doctor Ingeniero Industrial. Profesor de la Universidad Politécnica de Madrid
De modo que, preservar la forma de vida actual en los años y siglos futuros y dar la posibilidad a nuestros hijos y nietos de que inventen nuevas formas de vivir, lleva aparejado una servidumbre evidente: es necesario disponer de energía suficiente para ello. La disciplina encargada de organizar dicho consumo será la planificación energética orientada al desarrollo sostenible.
HISTORIA DE LA PLANIFICACIÓN ENERGÉTICA
La planificación energética (estudiar metódicamente de dónde se van a sacar los recursos energéticos que utilizaremos en el futuro) es una actividad muy reciente que comenzó a generalizarse entre los países más desarrollados a raíz de la crisis energética de la década de 1970 a 1980. Desde entonces, se han desarrollado muchos modelos entre los cuales destacan: MARKAL1, NEMS2, SAGE, POLES3, 11R y SG4. Aunque las diferencias entre ellos son varias, las coincidencias conceptuales y estructurales son muy notables.
Por ejemplo, el MARKAL que es muy utilizado actualmente y ha servido de referencia para otros modelos, trata de averiguar la oferta y demanda energética de una región. Parte de un escenario (caso) de referencia con la demanda futura estimada utilizando las tendencias históricas. Sobre ese caso de referencia se van planeando otros casos alternativos al introducir sobre él los cambios tecnológicos, financieros o regulatorios que se estiman previsibles. Eligiendo las opciones que mejor minimizan los costos.
En términos generales MARKAL sigue cuatro pasos para su construcción: El primero paso es definir un Sistema Energético de Referencia (Reference Energy System, RES), que represente el sistema energético completo de la región o nación, desde la extracción de recursos, transformación, distribución y consumo. La definición de este sistema es la base del modelo, y en él se representan todas las tecnologías disponibles y todas las relaciones entre oferta y demanda. Esquemáticamente se puede representar el sistema de la siguiente manera:
Figura 1
Esquema general del Sistema Energético de Referencia, RES
El módulo SRC (Sources, recursos energéticos) se encargaría de representar todas aquellas tecnologías vinculadas con las fuentes de energía. El módulo CON (Conversión, transformación) representa las tecnologías de conversión o transformación de energía hacia electricidad o vapor para calefacción. El módulo PRC (Process, procesos) representa la transformación de recursos primarios como el petróleo crudo, en energéticos secundarios como sus productos refinados. El módulo DMD (Demand Divice, Dispositivos de demanda) representa las tecnologías y las estructuras que sirven para la transmisión y distribución de la energía, y por último DM (Demand, Demanda) representa la demanda de energía, simulando las tecnologías que consumen energía.
El segundo paso de la estructura del MARKAL sería definir las condiciones actuales del sistema, su capacidad de expansión y los posibles cambios de tecnología, que podrían darse en el período a analizar. El tercer paso es definir los escenarios posibles, a partir de lo que se conoce como un árbol de eventos, que define para cada periodo de tiempo las perspectivas de evolución del sistema, que suelen ser sólo dos opciones por periodo de tiempo. El cuarto y último paso consistiría en elegir el mejor escenario posible. Esto se hace a partir de técnicas de optimización, que buscan los equilibrios parciales entre la oferta y la demanda, y se elige aquel que minimiza el costo de la opción.
CRÍTICAS A LOS MODELOS DE PLANIFICACIÓN ACTUALES
- Ninguno de los modelos actuales plantea, directamente, satisfacer las necesidades de la población, sino que esa respuesta se hace, indirectamente, mediante consideraciones económicas (no plantea en esencia las necesidades de la población, sino del sistema económico).
- No se considera el posible agotamiento de los recursos (sí su encarecimiento).
- No se tiene en cuenta como parte del sistema los efectos secundarios sobre el medio ambiente (contaminación, cambio climático, etc.).
Saber cuáles son las verdaderas necesidades energéticas del ser humano, actual y venidero, es imposible. Pues las necesidades son cosas cambiantes, subjetivas, inconscientes y, muchas veces, incontrolables. De modo que la primera crítica a los modelos actuales también será aplicable a los modelos futuros.
Ahora bien, los modelos de planificación actual cortan por lo sano y a la pregunta de qué energía necesitaremos en el futuro responden con un tajante: “aquella que podamos comprar y vender”.
Por otro lado, nuestro desarrollo intelectual, sin ser exagerado, nos empieza a permitir planificar el futuro con más precisión que hasta ahora. Pues, de forma esquemática, hasta ahora lo que venimos haciendo para estimar cuánta energía consumiremos mañana es simplemente suponer que mañana nuestro PIB aumentará, por ejemplo, un 5%. Pero esa estimación sería más exacta (y quizás hasta más “justa”) si además de considerar lo que queremos (o imaginamos) que crecerá el PIB tuviésemos en cuenta cosas como estas:
- Que la vida media de la población aumenta el 5%.
- Que nuestros hijos saben el 5% más de lo que nosotros sabemos.
- Que no se agoten las reservas energéticas.
- Que las condiciones ambientales no se degradan.
ESTRUCTURA DEL MUNDO DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL DESARROLLO
HUMANO
Desde 1990 el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) elabora el llamado Índice de Desarrollo Humano (IDH), índice adimensional (de 0 a 1) que pondera a partes iguales la renta per cápita, el nivel educativo y la esperanza de vida de los habitantes de un país. Utilizando este índice se puede conocer con mayor precisión el desarrollo real de los países del mundo que si sólo se utiliza la renta per cápita como índice de comparación.
Si el objetivo es planificar la energía que necesitaremos en el futuro un poco mejor de lo que lo venimos haciendo hasta ahora, parece natural que en vez de usar el PIB como medio esencial de planificación, utilicemos un índice mejorado como es el IDH. Es por esto que el estudio que ahora se
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