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POLITICA FISCAL EN MEXICO


Enviado por   •  9 de Marzo de 2013  •  2.291 Palabras (10 Páginas)  •  4.222 Visitas

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POLITICA FISCAL EN MÉXICO

La política fiscal en nuestro país es aquella que implementa un conjunto de instrumentos, medidas y mecanismos a fin de recaudar los ingresos que necesita el Estado, para sufragar el gasto público. Para ello, el Estado establece un sistema impositivo y régimen tributario en la cual todos debemos de contribuir. El fundamento lo encontramos en La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su Artículo 31, Fracción IV, que es muy clara al respecto y dice textualmente que todos los mexicanos debemos de contribuir para los gastos públicos, así como de la federación, del distrito federal o del estado y municipio en que residan, de la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes. Asimismo, se refuerza en el artículo 73, fracción VII de la propia constitución que faculta al congreso de la unión a discutir y aprobar las contribuciones necesarias para cubrir el presupuesto.

En nuestro país, los instrumentos de la política fiscal, así como el monto de cada uno de ellos se fijan en la ley de ingresos de la federación, para el ejercicio fiscal de cada año, que manda el ejecutivo federal al congreso de la unión para su aprobación y uno de estos instrumentos a fin de recaudar ingresos son los impuestos. Asimismo, está en manos de la Secretaría de Hacienda y Crédito público aplicar los diferentes instrumentos y medidas que conforman el sistema impositivo. Así pues, entendemos por materia fiscal todo lo relativo a los ingresos del estado provenientes de las contribuciones y a las relaciones entre el propio estado y los particulares. Por consiguiente, la potestad tributaria del Estado es el poder jurídico del Estado, para establecer las contribuciones forzadas, recaudarlas y destinarlas a expensar los gastos públicos.

La razón principal del desempeño deficiente de la economía durante las últimas décadas así como la relativamente alta vulnerabilidad a disturbios externos, es la política fiscal adoptada en México a partir de principios de los años setenta. Durante estos últimos treinta años, el ejercicio de la política fiscal puede dividirse en dos grandes etapas. La primera, que abarcó los años de 1972 a 1982, se caracterizó por tratar de utilizar una política fiscal expansiva para promover el crecimiento económico, hecho que constituyó la fuente original de la inestabilidad que ha estado presente desde entonces y que ha tenido, como consecuencia, un efecto negativo sobre el crecimiento económico. La segunda, que abarca desde 1983 se ha caracterizado por tratar de implementar, infructuosamente, una política fiscal que lleve a la economía a un escenario de estabilidad permanente.

El fracaso gubernamental para diseñar e implementar una política fiscal que sea consistente con un objetivo de crecimiento económico sostenido con estabilidad de precios, se debe en gran medida a un deficiente arreglo institucional en el cual los encargados del diseño de la política económica, principalmente la política fiscal, no enfrentan los incentivos adecuados de premios y castigos que los induzcan a actuar de manera socialmente responsable, es decir, a realizar una política económica que genere los incentivos para una eficiente asignación de los recursos y que se traduzca en una trayectoria creciente y sostenida del bienestar de la población.

En la teoría macroeconómica tradicional se señala que el gasto gubernamental tiene un efecto multiplicador sobre la economía, es decir, que un incremento en el gasto ejercido por el gobierno, al dar un impulso a la demanda agregada interna, se traducirá en un nivel de producción agregado mayor que si este gasto no se hubiese ejercido. Este argumento no toma en consideración dos elementos importantes. El primero es que el gasto que el gobierno ejerce hay que financiarlo de alguna manera, lo que implica necesariamente extraer recursos del sector privado, ya sea mediante impuestos o a través del endeudamiento interno o externo. Debido a que los recursos son escasos, el gasto gubernamental siempre desplazará al gasto privado, sobre todo cuando es necesario financiar un déficit fiscal.

El efecto desplazamiento del gasto del gobierno se presenta cuando el gobierno financia su déficit con deuda interna o externa. En el caso en el cual el gobierno recurre al endeudamiento interno, la demanda que ejerce sobre los recursos financieros que existen en la economía, tiende a presionar al alza a las tasas reales de interés. Aunque en el corto plazo el aumento de las tasas pudiese incentivar al público a ahorrar una fracción mayor de su ingreso, el incremento en el monto de recursos financieros disponibles será menor que el incremento en la demanda de recursos por parte del gobierno. Esto implica que para cubrir íntegramente el aumento en la cantidad demandada de recursos financieros, el gobierno le quita recursos al sector privado, hecho que se traduce en un menor consumo, sobre todo de bienes durables, así como en una menor inversión por parte de este sector.

El mismo efecto de desplazamiento de la inversión privada puede registrarse, aunque en diferente magnitud, cuando el gobierno recurre al endeudamiento externo. A medida que el saldo de la deuda externa aumenta, los acreedores externos del país tenderán a incrementar su percepción sobre el riesgo de que el país no tenga la capacidad para pagar el servicio de esta deuda, tanto lo que se refiere a los pagos del capital como de los intereses. Obviamente, si la percepción de riesgo de que el gobierno no tenga en algún momento determinado la capacidad para cubrir el servicio de la deuda es mayor, la tasa de interés que el gobierno tendrá que pagar sobre los flujos de endeudamiento externo, así como sobre el saldo de la deuda externa también será más alta.

Este efecto se traduce, a través de dos canales, en una menor inversión privada. El primero de estos es que el sector privado, en sus flujos de endeudamiento externo también enfrentará una mayor tasa de interés, lo cual encarece el financiamiento de los proyectos de inversión. El segundo canal es el hecho de que al ingresar menos recursos financieros externos a la economía, las tasas de interés prevalecientes en el mercado financiero interno también serán mayores, lo que encarece el crédito para el sector privado y desincentiva la inversión que lleva a cabo este sector.

Al aumentar el gasto que el gobierno ejerce, que generalmente se traduce en un incremento del déficit fiscal, y se recurre para su financiamiento al crédito por parte del banco central, puede generar que en el muy corto plazo la economía crezca más rápidamente. Sin embargo, este efecto es únicamente transitorio, ya que a medida que los agentes económicos ajustan sus expectativas de inflación y el

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