PONCE DE FLORES, MARIANO-Reflexión sobre Medea

PONCE DE FLORES, MARIANO-Reflexión sobre Medea

En esta actividad oral interactiva hemos leído la obra de Medea, y a continuación interpretamos el juicio que se llevó a cabo a Medea por sus actos durante la historia. Mediante ambas actividades he aprendido mucho sobre la situación de la época, distintos aspectos de esta obra me han llamado la atención debido a su peculiaridad teniendo en cuenta la sociedad en la que vivimos a día de hoy. Uno de estos aspectos es el papel de la mujer de la época, ya que como nos muestra el relato de Medea, esta estaba destinada a encontrar un marido, casarse con el mismo y estar prácticamente a su servicio, ya que era el hombre quien tomaba las decisiones y quién debía ser contentado por la mujer. Además, este en caso de estar satisfecho con su mujer podría marcharse con otra, y de esta forma, abandonar a su esposa dejando su imagen muy perjudicada, ya que una mujer divorciada estaba muy mal visto en aquella época. Por lo cual, podemos decir que ser mujer en aquella época era algo desmotivante, ya que la visión de la socidad era muy machista y la mujer estaba muy perjudicada socialmente, lo cual nos llama la atención ya que hoy en día hacemos un esfuerzo para que tanto hombres como mujeres tengan las mismas condiciones de vida, y al contrario que en aquella época, lo que está mal visto es el machismo.

Otro aspecto que me llama mucho la atención es lo que es capaz de hacer una persona debido al amor. Una persona que está enamorada es capaz de hacer locuras por la persona a la que ama, sin importarle las consecuencias que puedan tener sus acciones, pero al igual que esto, cuando persona enamorada es abandonada como en este caso, sufre muchísimo sin darse cuenta de que realmente no necesita a esa persona para seguir adelante, y que antes de estar con ella solía caminar solo. Esto le ocurre a Medea, que tras ser abandonada comete actos impropios de una persona cuerda, hasta el punto de asesinar a sus propios hijos, sólo para hacer sufrir a Jasón, es decir, no quiere ver cómo la otra persona es feliz mientras que ella sufre desconsoladamente por esa persona.

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