Patrimonio

por derecho paterno), en otras palabras, si se descompone el término, se tiene Patri (padre) y onium (recibido) que significa lo recibido por línea paterna o por el padre.

Además, los romanos eran grandes admiradores de las culturas y tradiciones conquistadas; por tanto tomaban los objetos que consideraban valiosos y los enviaban a su ciudad capital como prueba de su prestigio y poder. Fiel a su espíritu de pueblo elegido por los dioses, los romanos continuaron con la costumbre de preservación de los griegos. Esto significa que el hombre, a través de la historia, se apropia de algunas cosas que existen en su entorno, porque le son “útiles”, llamándolos “bienes” a estas cosas que presentan utilidad para satisfacer algunas necesidades, y denominar simple cosas a aquellas que no presentan dicha utilidad. El hombre “hace suyos”, esos bienes.

A través del tiempo, el patrimonio se admite cuando el acreedor obtiene del deudor que trabaje para él hasta que produzca las monedas que le debe o bien la posibilidad de apoderarse de bienes del deudor que necesite directamente para la satisfacción de sus necesidades o que pueda vender a terceros, hasta recuperar, por esta vía, el número de monedas que se le deben.

Por tanto, el patrimonio es un conjunto de bienes de una persona considerados en su valor económico. Desde este punto de vista, el patrimonio implica una series de relaciones, no solo de bienes materiales, sino también de seguros de hogar, de auto y para empresas, las responsabilidades potenciales (daños a terceros, por ejemplo), la salud personal (gastos médicos mayores) y la familia (vida y educación de los hijos, entre otros).

Esto conlleva a la adecuada protección patrimonial, siendo éste, un aspecto fundamental que no se puede dejar de lado. Por el contrario, es un tema que siempre se debe cuidar mucho, donde se está poniendo en juego el patrimonio que tanto ha costado trabajo forjar durante la vida que se está formando a través de los años.

Por consiguiente, la mayor importancia en el patrimonio se vincula, a través de las personas, es decir, derechos que responden de obligaciones. De ahí, la importancia que tiene la entrada y salida de bienes del patrimonio de una persona, y la posibilidad que otorga el derecho a los acreedores ejercer acciones para la conservación del activo del deudor y aún para dejar sin efecto operaciones realizadas en grave perjuicio de ellos.

Asimismo, lo que justifica de la razón de ser de la institución del patrimonio, puesto que tiene cabida en la responsabilidad patrimonial del deudor, sin entorpecimiento para la libre circulación de cada uno de sus bienes y de sus deudas, bien sean presentes o futuros.

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