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Pelicula Cuidad De Dios


Enviado por   •  25 de Junio de 2013  •  5.361 Palabras (22 Páginas)  •  748 Visitas

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1. Buscapé : Antes de cumplir 11 años, se instala en la favela de Ciudad de Dios junto a su familia y desde ahí, su vida se ve marcada por la pobreza, la violencia y la exclusión social que se vive en este poblado de Brasil. Su hermano mayor, Marreco, forma parte del Trío Ternura, los que fueron los mayores delincuentes del poblado durante su infancia. Su padre vende pescado y tanto él como su hermano lo ayudan trabajando en el negocio, aunque sin muchas ganas. A pesar de su situación, Buscapé quiere luchar por tener un futuro haciendo lo que más le gusta: la fotografía. Para ello, y desde su infancia hasta su madurez, se busca la vida para conseguirlo, a pesar de la dificultad que entraña el hecho de haber nacido en un gueto, se abre paso con ayuda de su perseverancia y también, de un golpe de suerte que lo coloca en la hora y lugar oportuno para poder llevar a cabo su sueño, ser fotógrafo y ganarse la vida de forma honrada. Es un chico tranquilo, tímido, que intenta mantenerse al margen de la violencia y los robos, aunque en algún momento de su vida está a punto de caer en ello para poder salir adelante, pero su falta de valentía le hace retroceder. Consigue finalmente su propósito a pesar de las dificultades que cree que puede llegar a tener con la banda de Zé Pequeño, a la cuál a fotografiado en varias ocasiones. Pero Zé Pequeño no tiene nada personal contra él, sólo necesita de su ayuda para darse a conocer.

Dadhino / Zé pequeño: Desde pequeño, Dadinho se rodeó de los delincuentes más importantes de la favela, de los que fue aprendiendo hasta que comenzó a destacar por sus ideas. Su necesidad de poder le hizo cometer muchos delitos durante su infancia, desde robos hasta asesinatos. Siempre acompañado por su incondicional amigo, Bené. A medida que va creciendo se da cuenta de que los verdaderos líderes en la favela no son que roban, sino los que trafican con la droga en Ciudad de Dios. Su ansia por conseguir más poder, hace que poco a poco se haga con todo el tráfico de drogas del poblado. Ya de mayor se hace llamar Zé Pequeño. Envidioso, violento, con un claro complejo de inferioridad, su único objetivo es estar por encima de todos.

La relación que le une con el protagonista es escasa, lo cual hace que esta película sea curiosa en ese sentido. Digamos que cada uno necesita parte del otro para poder conseguir sus propósitos. Zé Pequeño busca poder, reconocimiento, que todo el mundo lo admire. Buscapé necesita una imagen, una fotografía que le haga darse a conocer en el mundo de la prensa. Ambos se aportan lo que necesitan. La relación es fría, se basa casi exclusivamente en el intercambio de necesidades.

2.

3. CIUDAD DE DIOS (2002)

Director: Fernando Meirelles y Katia Lund.

Intérpretes: Matheus Nachtergaele, Seu Jorge, Alexandre Rodrigues, Leandro Firmino Da Hora.

Ciudad de Dios narra la vida de varias personas que habitan en una favela en Río de Janeiro a lo largo de casi treinta años, entre los sesenta y los ochenta. La película se nos muestra la evolución de una urbanización construida en los años sesenta con el propósito de albergar familias sin vivienda, y que en poco tiempo acabó convertida en una ciudad marginal regida por sus propias leyes e impenetrable para quienes no viven allí. Se trata de barrios para gente pobre. Una vez en la ciudad su vida cotidiana se irá degradando, sin políticas públicas y sin empleo. De hecho, los jóvenes crecen sin una socialización en el trabajo. Así, por ejemplo, cuando al principio de la película dos ladrones del Trío Ternura pasan la noche escondiéndose de la policía en un árbol, después de haber cometido un robo, uno de ellos se pregunta que cómo será trabajar. Progresivamente la delincuencia irá tomando mayor peso en la articulación social de la comunidad. La violencia arrastra a los habitantes de la favela como única garantía de éxito y/o de supervivencia. La misma evolución de las formas en las que se desenvuelve la delincuencia resulta significativa: de las situaciones casi románticas de los primeros ladrones de las favelas en los años sesenta, justo cuando nace el asentamiento de Ciudad de Dios, con unos delincuentes cargados aún de inocencia, hasta el progresivo incremento de la violencia, el uso de las armas de fuego y la expansión del narcotráfico en los años setenta, para llegar a una situación de caos total al final de la década siguiente. Un momento central en esta evolución es el momento en el que Ze Pequeño decide que lo que hay que hacer es dejar de robar y dedicarse a traficar con droga. Desde ese momento todo adquiere unas dimensiones desproporcionadas y la economía de la droga adquiere un protagonismo fundamental en la vida de los suburbios urbanos. Igualmente el peso social de los delincuentes varía: inicialmente nacen de la comunidad y la misma comunidad les protege. Posteriormente acaban ocupando un lugar central en la vida del barrio, lo controlan y protegen a sus habitantes de otras bandas. Al final, el caos se instala y cada vez hay menos reglas ni pautas de conducta comunes. Pero en este proceso de degradación también hay actores externos, así la película denuncia la implicación y complicidad de la policía en la venta de armas y su corrupción.

Otro de los temas sobre los que merece llamar la atención que aborda la película es sobre la situación de los niños en la favela. A medida que pasa el tiempo, la degradación ambiental afecta también a los más chiquitos. Los niños que acaban controlando el negocio del tráfico de drogas al final de la película saben que probablemente no llegarán a adultos. Su niñez cada vez es más corta. Así por ejemplo, resulta significativo que uno de los niños diga, en un momento de la película, que ya es un hombre por el hecho de ya haber fumado, inhalado, robado y asesinado. Se trata de una nueva generación familiarizada con el crimen, que ha crecido con él y que acaban controlando despiadadamente este ambiente. En el centro de la Ciudad de Dios se instaló la desesperanza. Nutrida por la falta de oportunidades laborales, dio paso rapido a la delincuencia, la que en los sesenta estuvo liderada por el "Trío Ternura", un grupo de jóvenes (Cortador, Pato, Velludo) acompañados por un niño "Dadito" posteriormente Ze Pequeño, que realizaban robos armados de pequeña escala, tanto dentro de la Ciudad de Dios como en el Río de Janeiro turístico. Se trata, eso sí, de una delincuencia ingenua y mitificada: es el robar para subsistir, que se justifica como una forma radical de lucha por la igualdad social, del quitarle a los ricos para darle a los pobres. A diferencia de lo que sucederá en las décadas siguientes, en los sesentas ni siquiera quienes perpetran los crímenes los justifican y es todavía la conciencia la que dicta las normas. El crimen tenía un sentido,

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