Pena De Muerte

REFLEXIÓN

Estoy sentado al borde de una acequia.

La gran ciudad fluye en un barullo,

corren de aquí para allá,

es las once de la mañana.

Quiero ir a la escuela, no puedo.

El trabajo me espera, tengo que correr y correr;

vender mis golosinas, ir de restaurant en restaurant,

pasar por los bares, ser burla de los borrachos.

Señor porque tengo que cargar esta pesada cruz;

mi edad es muy corta, aún soy muy pequeñito,

mis padres me obligan, la necesidad me llama.

Los vecinos y las autoridades no hacen nada,

los serenos nos corren, los policías nos miran.

Cae la tarde, aún no he almorzado.

Mis zapatos están rotos, la furia me invade,

llegar a casa sin dinero, no está permitido.

La gente me mira, me avergüenzo,

sólo soy un niño, no tengo la culpa de llevar esta cruz.

Jesús, dame la mano, aún no he comido.

La oscuridad cubre el cielo, tengo miedo,

mañana será otro día.

AUSENCIA

Estamos en abril, llegó el otoño.

Es el día de mi cumpleaños, voy cumplir nueve años,

Eso pienso, habrá piñata y torta,

Mis amigos vendrán, lo sé.

Mamá, dónde está mi padre,

Me dijiste que se fue, pero no regresa,

¿Está tan lejos que no regresa?

Hijito se fue al cielo, apenas tenías cinco años,

Pues madre, hoy es mi cumpleaños,

Tendrá que venir, ¿Acaso no hay celular en el cielo?

No le has mandado alguna misiva.

Padre, tu ausencia me deprime, me hace falta tu amor.

Quiero tus consejos, tus caricias.

Mi madre y mis hermanos sufrimos tu ausencia.

Por qué te fuiste al cielo sin avisarme.

Estoy llorando, no sé por cuanto tiempo.

Observo el cielo, una estrella me hace un guiño.

Mi corazón late, la emoción me embarga.

Ha sido un sueño.

Vuelvo a la realidad.

Sigue la rutina, sin padre no es igual.

¿VERDAD O MENTIRA?

La lluvia ha caído esta noche, sin avisarnos;

nos ha dejado empapados.

Mamita, ¿por qué nuestra casa no tiene techo?

Cada noche el frío nos golpea hasta el hueso.

Mi pecho se agita, estoy respirando muy rápido.

Mis pulmones ya no pueden respirar;

un sudor frío invade mi rostro.

Mamita, no me dejes solo, tengo miedo.

Observo el cielo, un ángel viene por mí.

No hay remedio, mamita no sufras por mí.

Tú no tienes la culpa de nuestra pobreza,

lo inventaron los dueños de la tierra;

aquellos foráneos que nos invadieron.

Diezmaron a nuestros hermanos,

se robaron nuestra riqueza,

a cambio nos dejaron envidia y ambición.

¿Verdad o mentira? Mi destino se frustró,

hermanos, hermanas,

...