Perfeccionismo

El perfeccionismo suele confundirse con “ser perfecto” o “hacer algo de manera perfecta”. Muchas personas creen que es bueno. Otras personas piensan que ser un perfeccionista es algo negativo. Así pues, varios estudios muestran que algunos componentes del perfeccionismo son útiles y otros no. Pero ¿Qué es el perfeccionismo? El perfeccionismo no está necesariamente relacionado con ser “perfecto”. Háganse esta pregunta, ¿Es realmente posible ser un 100% “perfecto”? Entonces, si no tiene que ver con ser “perfecto”, ¿A qué nos referimos cuando decimos que alguien es un perfeccionista? los investigadores de este campo no han sido capaces de ponerse de acuerdo sobre la definición exacta del perfeccionismo, pero nosotros vamos a utilizar la siguiente, que incluye tres partes fundamentales: La primera es la incesante lucha por conseguir alcanzar objetivos y normas extremadamente elevados y estrictos (normalmente, una persona ajena a estas normas las consideraría poco razonables). A este aspecto del perfeccionismo lo llamaremos “las normas implacables”. En segundo lugar esta Juzgar su valía sobre la base de su capacidad para ser persistente y conseguir cumplir las normas implacables. En tercero esta ser consciente de las consecuencias negativas de fijarse normas tan exigentes, pero insistir en alcanzarlas a pesar del enorme esfuerzo que conlleve. ¿pero qué tiene algo de bueno ser un perfeccionista?. Muchas personas piensan en el perfeccionismo como algo positivo e imaginan al perfeccionista como alguien que consigue alcanzar grandes metas. Esto se debe a que por lo general piensan que el perfeccionista es alguien con normas elevadas cuyo objetivo es conseguir la excelencia. En parte así es, cuando las personas persiguen la excelencia o se imponen normas elevadas, se ponen a prueba a si mismos e invierten un gran esfuerzo en alcanzar sus objetivos. De esta manera, aprenden nuevas habilidades y tienden a lograr buenos resultados. Es razonable suponer que algunas personas tienen buenas razones para ser perfeccionistas, pero ahora ¿Qué tiene de malo ser un perfeccionista? Como ya hemos señalado, el tener normas elevadas y plantearse objetivos ambiciosos nos ayuda a conseguir cosas en la vida. Pero a veces esas normas interfieren en el camino de nuestra felicidad. A veces, la

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