Perspectiva Cultural

Neferty Lozano Benitez

LA CULTURAL

Desde que somos pequeños hemos escuchado la palabra cultura de la boca de profesores, padres, programas de radio, televisión, etc. Incluso hemos llegado a utilizarla en más de una ocasión sin pararnos a pensar cuál es su verdadero significado.

Hasta hace nada tampoco había razonado sobre el porqué de mis hábitos, costumbres, mi manera de pensar y menos aún de si todo esto lo compartía con otras personas. Es curioso pertenecer a un círculo desde que naces, del cual te nutres ,aprendiéndolo todo, y no tomar conciencia de que existen otros muchos círculos más diferentes del tuyo, hasta que un día “decides” darte cuenta.

Así pues, ¿qué es una cultura en realidad? Según autores como Ralph Linton “cultura se refiere a la forma de vida de una sociedad, no solamente a aquellos aspectos de la forma de vida que la sociedad considera superior o más deseables. De esta forma, la cultura, cuando la aplicamos a nuestra forma de vida, no tiene nada que ver con tocar el piano o leer el Quijote. Para las ciencias sociales, estas actividades simplemente son elementos dentro de la cultura. Este conjunto también incluye actividades tan mundanas como lavar platos o conducir un coche, y para el estudio de la cultura, éstos están al mismo nivel que ‘‘las cosas más selectas de la vida’’. De esto se deduce que para el investigador de las ciencias sociales no existe un individuo, inculto. Cada sociedad tiene cultura, aunque sea simple, y cualquier ser humano es culto, en el sentido de que participa de una cultura u otra.” Después de leer esta definición me quedé pensando, que al igual que muchas otras personas, no tenía del todo claro lo que era cultura, porque para ser sincera pensaba que cultura eran solo costumbres y nada más.

Otro pensamiento que tenía y que ahora lo considero erróneo y que también compartía con Bohanna al principio de su relato en Shakespeare en la selva era pensar que dentro de las culturas habían universales, como por ejemplo el respeto hacia los mayores, que en países como el mío (Honduras) es prácticamente obligatoria. Luego, al vivir aquí (España) me di cuenta que es compartido pero no igual, es decir, aquí puedes tutear a un señor o señora sin la menor preocupación de que estés haciendo nada malo o de que haya alguna persona cerca y te regañe por tal actuación.

Es a partir de la reflexión anterior que llego a entender el perspectivismo cultural. Entendiendo que hay un miles de culturas que han de ser “vistas” de manera objetiva y que, como nos explica F.Boas son productos de un proceso particular y concreto, por lo tanto son completamente únicas.

En la actualidad es más fácil familiarizarse con culturas ajenas pero hace años, cuando la tecnología no estaba tan presente como ahora, las personas que nacían, crecían y morían en un mismo sitio podían irse del mundo sin saber ni siquiera que a millones de quilómetros habitaban individuos que no compartían los mismos valores, que no vestían como el, que no comían lo mismo que él y viceversa. Creo que es de gran riqueza intelectual conocer más de una cultura por que podíamos aprender y mejorar muchas cosas como la política, la educación, etc. Y además nos hace más abiertos de mentes y nos va quitando prejuicios hacia comportamientos que nosotros mismos un día terminamos tachando de malos.

La cultura tal y como nos explica E.Durkheim es una fuerza exterior que nos creando normas tanto directas como indirectas. A decir verdad nunca me lo había planteado de esta manera. Nunca me había preguntado por qué no podía vestirme con ropa de los 60 o de los 70 o porqué si bien es verdad que nadie

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