Mediación dentro de una perspectiva cultural
Enviado por Abe Isaiah • 20 de Mayo de 2021 • Documentos de Investigación • 4.584 Palabras (19 Páginas) • 101 Visitas
Mediación dentro de una perspectiva cultural
Introducción
Para entendernos mejor a nosotros mismos, debemos entender a los demás. Estas pocas palabras arrojan una lente diferente cuando se trata de diferencias entre los ciudadanos en una comunidad. El movimiento resolución de discurso alternativo (ADR) nació durante el período 1960-1970 como un proceso sustituto para servir a la justicia fuera de los tribunales. Durante esta era, las cuestiones de raza, clase, género, desigualdad social y derechos humanos comenzaron un discurso transformador en la sociedad. El movimiento proporcionó una lente diferente sobre los bienes reales que ocurren en la cultura estadounidense. Muchas comunidades se sintieron desposeídos y desiguales dentro de los Estados Unidos e insistieron en la justicia. El sistema judicial se topó con varios casos judiciales, cada uno exigiendo un lugar para expresar su voz para alcanzar la imparcialidad.
Por lo tanto, ADR sirvió como una herramienta que empodera y sirve a la justicia sin vínculos legales. Se desarrolló como un proceso reflexivo y comenzó a negociar diferencias. El ADR fue un proceso rentable que permitió a los contendientes expresar sus historias en un entorno seguro con el propósito de llegar a un acuerdo a través de un mediador. El mediador entonces sirve como una tercera persona neutral en el proceso y puntos en común entre los contendientes. En comparación con otras formas de resolución de conflictos, la mediación involucra a los contendientes directamente en el conflicto y en el proceso de resolución (Frenkel & Stark, 2008). Como resultado, la mediación busca la autodeterminación, la imparcialidad y la neutralidad como base esencial en la práctica para evitar las desigualdades en el proceso.
En el artículo ¿Por qué desigualdades? Los autores comienzan a discutir la estratificación entre varios grupos étnicos y las desigualdades que limitan a una variedad de minorías dentro de un contexto histórico. Las cuestiones de inteligencia y políticas se elevan hasta la conclusión sobre cómo las desigualdades no forman parte de la naturaleza o del régimen económico, sino de las injusticias históricas como las políticas puestas en marcha que han seguido participando en actos de injusticia. (Shapiro 2004). Tomando esta idea en perspectiva, la diversidad surgirá en la mediación y la importancia de la equidad y la igualdad son imprescindibles, y los mediadores, que no son culturalmente sensibles, pueden tener sesgos o malentendidos del conflicto. ¿Cuáles son las disparidades culturales que pueden afectar el proceso de mediación? ¿Cuáles son las estrategias que se utilizan para ayudar a cerrar la brecha entre las diferencias culturales dentro de un proceso de mediación occidental? ¿En qué se diferencian los Estados Unidos en el proceso de mediación hacia la mediación internacional? El propósito de este documento es proporcionar una conciencia diferente y fresca sobre la mediación, especialmente cuando las diferencias culturales están en el centro del conflicto. El investigador considera en primer lugar que la cultura es significativa en esta discusión de la mediación y fundamental para entender los mejores métodos de mediación efectiva. La ADR y la mediación se utilizarán indistintamente a través del documento
cultura
La cultura se puede definir de muchas maneras diferentes. Por esta razón, la cultura se definirá y describirá como: "[la composición de diferentes normas, valores y creencias para formas socialmente apropiadas de "procesar" conflictos y disputas, incluyendo su gestión o resolución (Avruch y Black 1991). Una referencia cultural no está definida por una entidad, pero puede tomar muchas formas y formas. Va más allá de la capacidad de identificar en la superficie de cómo alguien se ve, se viste y participa en la sociedad; es la complejidad de ideales y valores inculcados dentro de un personaje. "Nuestra cultura moldea la forma en que abordamos los conflictos y la resolución de conflictos, incluidos nuestros valores, normas y conductas. Incluso influye en cómo definimos el conflicto en sí y lo que consideramos objetivos aceptables o deseables de resolución de problemas" (Chew, 2004 p. 2). Como resultado, en la mediación, los conceptos erróneos pueden ser eludidos y el mediador o el contendiente cambia la dinámica de poder. La cultura de una persona puede basarse en creencias que traen cuando está en una situación de disputa. Al permitir que los contendientes tengan cargos en su toma de decisiones, esto los empoderará y permitirá al contendiente participar en la autodeterminación, pero al mismo tiempo puede ser peligroso cuando existen desigualdades de poder en el proceso (Davidheiser, 2006). En consecuencia, esto conduce a la injusticia y a la idea errónea de la mediación como un ámbito neutral de negociación.
Inclusión o exclusión de la cultura en la mediación
Muchos investigadores abogan a favor o en contra de incluir la cultura en la mediación. Kevin Avruch (2003) analiza cómo la cultura ha sido descuidada a través de la mediación hasta principios de la década de 1980. También considera que es crucial que cualquier programa de mediación en desarrollo incorpore un componente cultural en el proceso de capacitación. Los mediadores deben entender que la cultura puede estar fuertemente correlacionada con el estilo de negociación. Avruch (2003) habla de errores de tipo 1 y tipo 2. Además, analiza que cada error puede ser crucial para el proceso de resolución de conflictos al ser culturalmente sensible (tipo 1) o no lo suficientemente sensible culturalmente (tipo 2). Participar en cualquiera de estos errores puede afectar a ADR porque puede descuidar o enfatizar en exceso un problema que intencionalmente no estaba destinado o debería haber sido expuesto en la mediación.
Frenkel & Stark han hecho hincapié en cuatro habilidades esenciales necesarias por la mediación para mantener el equilibrio como la comunicación, el clima establecido, los diagnósticos y la persuasión. Estas cuatro habilidades crearán un equilibrio necesario para comenzar la mediación. Aunque el entorno de mediación y el mediador están equilibrados en el poder, el trasfondo cultural del contendiente procederá como un componente natural en el círculo a la negociación. "Sin embargo, puede ser socialmente beneficioso mediante la generación de conciencia de estructuras de poder y marcos de producción dentro de los cuales debatir las normas sociales mediante actos cotidianos individuales de resistencia que ilustran las formas en que las personas relativamente impotentes se adaptan al poder mientras protegen simultáneamente sus identidades" (Mulcahy, 2000, p.147 como se cita en Li On, 2008, p. 458).
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