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Pesca De Arratre


Enviado por   •  3 de Mayo de 2014  •  6.322 Palabras (26 Páginas)  •  261 Visitas

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Desarrollo

Pesca: actividad económica que realiza el hombre, cuencas lacustres o cursos de aguas superficiales, con la finalidad de obtener los productos que en esas partes se encuentran. Se destacan dos tipos de pesca, la “pasiva”, que es de tipo manual y artesanal, es decir no requiere uso de tecnologías y que es, normalmente, de sobrevivencia. En ella trabaja una significativa cantidad de trabajadores

Pesca Activa: se caracteriza por ser industrializada con alto grado de sofisticación. Su nivel de captura es de grandes dimensiones.

La Pesca de Arrastre :es un sub tipo de la pesca activa en la cual al sistema tradicional se le ha adaptado un motor y consiste en un gran embudo de red que se arrastra por el fondo, y se utiliza preferentemente, para la pesca de Merluzas y Bacalaos.

El arrastre o pesca de arrastre también es conocida por el nombre de retropesca. Consiste fundamentalmente en el empleo de una red lastrada que barre el fondo de la mar capturando todo lo que encuentra a su paso. Se trata de un arte activo, en el sentido de que no espera ni confía en los movimientos del pez para su captura. Sin embargo, se suele considerar como una práctica muy destructiva para el ecosistema.

Para mantener la red abierta durante la pesca, existen unas piezas metálicas o de madera, denominadas puertas, que ofreciendo resistencia al agua se mantienen separadas. Además, la parte superior de la boca de la red lleva flotadores y la inferior va lastrada inicialmente. El arte del arrastre era remolcado por dos embarcaciones con el fin de mantener abierta la boca de la red, actualmente lo hace una sola embarcación. De Wikipedia, la enciclopedia libre

La pesca de arrastre junto con la pesca con redes de deriva, es de las menos selectivas que existe, pues es muy dañina para los fondos oceánicos; de hecho, en la mayoría de los países está regulada, pero en muy pocos está prohibida.

El modo de arrastre de fondo es uno de los métodos más invasivos de pesca, pues está en contacto con el fondo marino y destruye algas y otros organismos indiscriminadamente. Por esta razón se cuestiona su uso y se exige mayor regulación.

Historia

En primer lugar deberíamos efectuar un sucinto análisis en el tiempo para conocer mejor los orígenes y cambios a través de los siglos. El arrastre es la pesca por excelencia del Mediterráneo, la modalidad a la que la flota mundial dedica más unidades, aunque no siempre fue así. Desde épocas remotas, las pesquerías más importantes fueron las de anzuelo en sus múltiples variantes (palangre, chambel, currican), las de enmalle, nasas u otros ingenios que se podían llevar a cabo desde la costa o muy cerca de ella. No podemos obviar que en aquel entonces los barcos eran movidos por métodos rudimentarios, (a remo o a vela) siendo muy vulnerables a las inclemencias del tiempo, viento o corrientes; y el arte de la navegación tampoco estaba muy desarrollado

Los primeros escarceos se efectuaron desde la playa con un bote a remos que llebava el arte mar adentro (500 m. a lo sumo) donde lo extendía y desde la playa mediante unos cabos un grupo nutrido de hombres lo arrastraba perpendicular hacia la costa lo que no permitía capturar muchos peces. Sí los suficientes para alimentar a las familias que participaban en la faena. Esta forma tan rudimentaria de pescar todavía se practica en paises subdesarrollados, donde abundan los peces y las necesidades son sólo alimenticias o aún se usa el trueque como moneda comercial.

Pero el hombre en su continuo afán de llegar más y más lejos, o bien empujado por la necesidad, discurrió que si el arte que lanzaban en la playa pudiera correr en sentido longitudinal a la costa, podría recorrer una cantidad infinita de mar y por lo tanto sus beneficios serían mayores. Los primeros indicios que se tienen de esta práctica desde una embarcación datan del siglo XVI, se introdujo en España desde el Golfo de León a finales del XVIII, y a principios del XIV, época en la que empezó a extenderse tímidamente.

La acción de arrastrar el "arte", que es como se denomina genéricamente el aparejo utilizado, se realizaba mediante veleros solitarios aparejados con una vela latina, que usaban "tangones" (pértigas que sobresalían por los costados del barco) con el fin de conseguir una mayor obertura de la boca del arte.

Más tarde se usaron dos barcas en pareja -de aquí la denominación "Bou"- porque arrastraban el arte como una pareja de bueyes al igual que un arado, al poder trabajar en profundidades y con artes mayores los aparejos pesaban más, levantándose mediante unos grandes tornos de madera, precursores de las actuales maquinillas, movidos por unas largas barras del mismo material que empujaban los marineros.

Desde Cataluña empezó a expandirse al resto de la península Ibérica y de allí a Europa, provocando múltiples conflictos con los pescadores que empleaban artes tradicionales. Existen abundantes documentos históricos donde se relatan estos hechos (todavía hoy perduran en parte esos conflictos, en menor cuantía, porque cada vez quedan menos explotaciones artesanales, debido al cese de la actividad o a la reconversión de las mismas hacia el arte de arrastre).

Un dato curioso: hasta la integración de los ingenios mecánicos para la propulsión de las embarcaciones, los barcos arrastreros nunca se sabía cuando volverían ya que dependían únicamente de la fuerza eólica, en muchas ocasiones cuando debían alejarse por que las capturas escaseaban en la costa por causas diversas (migraciones biológicas, etc.) y les sorprendía el viento de tierra (el mestral o la tramuntana) llegaban muy lejos y al cesar la fuerza del viento quedaban completamente parados,

Levantaban el arte quizás lleno de capturas y solo les quedaba la opción de rezar para que soplara el viento de fuera, (de componente S. o E) si ese viento tardaba en llegar se veían obligados a tirar el pescado al agua porque carecían de medios de conservación, al darles el viento de fuera volvían a echar el arte al mar para llegar a la costa con pescado fresco. no hay que olvidar tampoco que la infraestructura viaria y la falta de medios para el transporte por tierra de las capturas no facilitaba el reparto, solo los pueblos cercanos a la costa podían disfrutar de los manjares que deparaba el mar, era por tanto una auténtica aventura el hacerse a la mar para pescar al arrastre.

En cambio las artes de pesca de enmalle y palangre, menos cuantiosas, se podían realizar cerca de la costa y las embarcaciones se desplazaban a fuerza de remo, generalmente eran embarcaciones pequeñas con 3, 4 ó 5 cinco hombres como máximo.

Para colmo de males los delfines

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