Pib verde.

PIB VERDE

El PIB verde es un indicador que mide el crecimiento económico del país en un periodo teniendo en cuenta su efecto medio-ambiental, para poder determinar las acciones preventivas y restauradoras que se deberán presupuestar en el cálculo económico para la política ambiental y además, permite conocer el nivel de deterioro para tener un ritmo de explotación sostenible. Este indicador, además de considerar los elementos tradicionales: consumo, inversión, gasto público, exportaciones e importaciones, entre otros, hace la medición del valor de los recursos naturales y el costo de la rehabilitación ecológica y el tratamiento de la contaminación, teniendo en cuenta factores como el manejo de los residuos, la deforestación, la biodiversidad, el cambio climático, la disponibilidad de recursos, la educación de la población, etc. Este cálculo se realiza restando del total del PIB el costo de los recursos y el medio ambiente, resultando el índice para medir la calidad y velocidad del incremento del PIB para el desarrollo sostenible.

 Esta nueva medición, denominada Índice de Riqueza inclusiva (IWI, por sus siglas en inglés),  fue propuesta por la ONU en la cumbre Rio+20, con la cual se busca unificar la economía mundial a una nueva llamada “economía verde” que pretende reflejar de una forma más real la riqueza de cada país y su capacidad de desarrollo sin que excedan sus recursos naturales y disminuyan la pobreza. De los 20 países analizados, 19 mostraron el fuerte agotamiento de sus recursos naturales. Para algunos, con niveles altos de crecimiento económico como China, USA, Sudáfrica y Brasil, esta medición fue devastadora, pues resultó en pérdidas económicas causadas por la contaminación y el declive de sus recursos naturales por encima del 25%; a diferencia de Japón, único país que mostró integralidad en el desarrollo económico y medioambiental.

A nivel global, este indicador arrojó cifras como la pérdida de cerca de 13 millones de hectáreas de selva, la pobreza extrema que genera hambruna alrededor de 900 millones de personas, el consumo entre el 60% y el 80% de la energía mundial concentrado en las grandes ciudades que ocupan cerca del 2% de la superficie terrestre, entre otros. En el caso particular de Colombia, el resultado es desalentador, siendo éste uno de los países más ricos en recursos naturales y biodiversidad, está lejos de tener un modelo de desarrollo sostenible, pues con un crecimiento en el  PIB del 1,7 per cápita, el PIB verde muestra un decrecimiento negativo de -0,1% per cápita.

 En la actualidad es de gran importancia la medición de este indicador, pues permite a los países tener una administración responsable de sus recursos naturales, generar políticas económicas y ambientales consecuentes con el desarrollo sostenible y la calidad de vida, tener el cálculo acertado de los niveles óptimos para la explotación de los recursos naturales, realizar el cálculo de los factores de contaminación, conservación y remediación, identificar necesidades que puedan ser manejadas con impuestos para la sustentación económico-ambiental; además de que con esta medición se logra medir las consecuencias externas tanto positivas como negativas para mitigar su influencia en la producción del país.

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