Pintura Rencentista
Enviado por Macondoo • 8 de Marzo de 2014 • 400 Palabras (2 Páginas) • 338 Visitas
Jesús
Sin perjuicio de solamente parecer que en esta obra de arte se han respetado y seguido a cabalidad y simpleza estricta las leyes de la perspectiva cónica, nada está más lejos de la realidad que afirmar esto.
De alguna misteriosa manera Mantegna tergiversa tales leyes haciendo sucesivamente, por medio de lo que especulo habría sido un barrido por partes ensambladas, más grande el torso que las piernas, y pintando más grande la cabeza que el torso, de manera tal que la fuga se produce de un modo subyacente, pero sobre ella se invierten las proporciones, de manera tal que si este Cristo deformado estuviera de frente a nosotros, de pie, mirándonos, su cabeza sería muy grande, su torso estaría disminuido con respecto a ella, y mucho más las extremidades inferiores con respecto al torso, teniendo unos pies ínfimos, que apenas podrían con semejante peso superior (noten que los pies se ven muy pequeños para lo cerca que están, dada la proximidad del espectador. Para comprobarlo tiendan a alguien sobre una mesa, y realicen la percepción de los pies en una persona real con la real percepción de fuga perspectivezca).
Y sobre todo esto aparecen las heridas de la crucifixión, netas, implacables, sin colores, con una impronta semi sepia (acaso) que deja todo en manos de esta especie de truco sorprendente de ser lo que no es, de parecer lo que no parece y de impresionar de un modo superlativo.
Otra posibilidad es que, de una manera que no alcanzo a imaginarme para los años en que fue pintada esta obra, se aplicó un criterio fotográfico que se logra con instrumental específico de esta especialidad, ante el cual la fuga se atenúa, no obstante la posición que ocupan las partes del cuerpo en relación al espectador.
Así las cosas, quizás, acaso, para lograr semejante percepción, al artista debió tender al modelo, y usar un telescopio de gran poder para ver lo que esta pintura nos muestra, pues de otra manera se produce otra desproporción corporal, muy distinta a la que vemos en este cuadro.
Raya para la suma, Mantegna logra con todo esto un efecto emocional increíble sobre quienes disfrutamos y admiramos por casi una vida entera semejante obra, sin atrevernos hasta muy entrados los años, a comprender y describir a tropezones lo que vemos.
De las dolientes no me ocupo, que son el acompañamiento de toda esta tragedía del enfoque y la profundidad de campo.
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