Plan Anual De Trabajo
Enviado por walterelunico • 2 de Septiembre de 2011 • 2.497 Palabras (10 Páginas) • 1.052 Visitas
UNIVERSIDAD ANDINA
“NESTOR CACERES VELASQUEZ”
CURSO: ÉTICA Y RESPONSABILIDAD EN EDUCACIÓN
TRABAJO: ENSAYO
HECHO POR: walter
SEMESTRE IV
Juliaca 2011
PRESENTACIÓN
Los constantes y marcados cambios en el mundo contemporáneo hacen que los profesores deban desarrollar nuevas competencias y habilidades a modo de dar una adecuada respuesta a las recientes demandas que la sociedad hace a la educación. El presente ensayo busca contribuir a la mejora de la calidad educativa en la institución educativa donde vengo laborando.
INTRODUCCIÓN
El mundo de hoy nos asombra. Computadoras que llevan adelante actividades que antes estaban en manos de personas; teléfonos sin cable alguno, que pueden ser portados en los bolsillos y que nos comunican, si lo queremos, con cualquier parte del mundo; televisores de alta resolución que de acuerdo con la versión tecnológica disponen a veces de varias decenas de canales de todo el mundo; etc. Al mismo tiempo que los avances tecnológicos siguen su curso acelerado, las organizaciones ensayan nuevas prácticas administrativas. Estamos superando, paulatinamente, los legados de la era industrial, para incorporar, a veces sin la mayor reflexión necesaria, a concepciones como calidad total, reingeniería y otros más en nuestro quehacer diario.
La organización educativa y su sistema, viven en permanente observación de quienes se encargan de escudriñarla. La escuela esta bajo la lupa. Nuestra comunidad vive en una crisis económica, social y política. Es momento de dar vuelta a esta situación desde la educación, iniciando desde el rincón más recóndito, lo importante es empezar.
LA IMPORTANCIA DE LA ETICA EN EL MUNDO ACTUAL
Atreverse a hablar sobre el tema de “Ética en el Mundo Actual” en estos tiempos, requiere coraje. Tengo que recurrir a esos referentes éticos que nos permiten sostener la esperanza. Y me refiero fundamentalmente a dos: Paulo Freire, Cuando hemos asumido que no existe el destino inexorable de la historia, que sólo depende de nosotras mismas lo que sucede y también lo que va a suceder, es necesario que la incertidumbre asumida no nos conduzca al cinismo ético o intelectual.
La crisis que vivimos no es sólo regional, es mundial y en mi opinión, es una crisis de civilización porque es fundamentalmente una crisis ética más que económica y social.
La educación supone procesos, aprendizajes y des-aprendizajes (es decir, procesos de des-estructuración); relaciones (el ámbito educativo no es el de sujetos, sino el de sujetos relacionados; es el ámbito por excelencia de lo relacional); instituciones, currículo, un marco ético y una educación en valores. Al hablar del currículum diferenciamos: el currículum visible o manifiesto (es decir, aquél que las instituciones educativas transmiten expresamente cuando hablan de sus programas) y el currículum oculto, es decir, el que no se expresa, pero que está actuando efectivamente, tanto a nivel de contenido como a nivel de la forma, se trata de un espacio de penetración de valores y normas que responden a lógicas que funcionan en la sociedad y que en muchas ocasiones es contradictorio con el explícito
O dicho de otro modo, las educadoras somos también responsables de lo que suceda o no suceda en el campo educativo. Hace ya muchos años que Paulo Freire nos llamó a nuestra responsabilidad: educar es un acto político y nos convocó a asumir nuestra opción. Por tanto si compartimos la premisa y optamos por una política de educación liberadora y no por una política educativa bancaria, nos inscribimos en la perspectiva de que la educación es un proceso permanente de des aprendizajes y aprendizajes que involucra tanto a las educadoras como a las educadoras, sobre todo nuestros valores éticos que tanto nos hacen falta en estos tempos.
La ética es una construcción cultural y por tanto histórica, también por tanto, motivo de transformaciones. Toda la modernidad cientificista nos embarcó en la creencia que existían valores de primera y valores de segunda, así como personas de primera y personas de segunda. Es decir, nuestra civilización encarna los verdaderos valores de la humanidad y todo aquello que los cuestione,
Paulo Freire entendió que aprender a leer significa algo más profundo y difícil: aprender a leer la realidad; aprender a leer el mundo. Pero el mundo está constituido por significaciones culturales, además de relaciones sociales, económicas y políticas. Es decir, significaciones que se dan en la trama de una cultura. No puedo enseñar a leer el mundo, si como educadora no aprendo y comprendo el mundo cultural al cual me dirijo. Por ello, para Paulo las educadoras somos nómades: alguien que no debe partir de su ahí, sino partir del allí de los educandos para que, desde el allí y desde el aquí, podamos construir juntos el futuro. A esa comprensión de la cultura Paulo la denominó investigación temática. Es decir, una investigación que se orienta a captar y comprender los temas centrales de una cultura, en torno a los cuales se entretejen relaciones sociales y desde los cuales se derivan otros temas. El paso siguiente es codificar dichos temas en un dibujo que exprese un recorte de la cultura con la cual estoy trabajando. La lámina se transforma así en una codificación, es decir, en una síntesis de un tema generador y de un conjunto de relaciones sociales y simbólicas. El grupo, puesto ante la lámina comienza a analizarla, o sea, a decodificarla. El proceso de decodificación pasa luego a una etapa de síntesis y de reflexión colectiva en torno a lo descubierto en la lámina. En el fondo, se trata de un proceso de lectura conjunta de la realidad. Ahora bien, esta comprensión de la realidad se sustenta en una postura metodológica y ética: la cultura y los valores del otro deben ser respetados, son punto de partida y referente fundamental. Y la cultura y los valores deben ser respetados, puesto que el otro (sujeto diferente) debe ser respetado. Es digno de respeto. De ahí la rebeldía de Paulo Freire frente a la actitud del dominador que trata de colonizar la cultura del dominado, desvalorizándola. El punto de partida radica en que el dominado recupere su valoración y la de su propia cultura.
Paulo Freire nos conduce a una ética dialógica, que supone ponerme desde el punto de vista del otro y recorrer un camino donde juntas leemos y construimos la realidad: co-descubrimiento y co-transformación. En esta perspectiva el lenguaje como búsqueda del entendimiento cumple un papel central. A su vez, es preciso que integremos al proceso educativo la pluralidad de lenguajes: verbales, no verbales, visuales. La inteligencia no es sólo racional, sino que es múltiple,
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