Pobreza

1 La pobreza y el acto delictivo se moverían en esferas separados. Desde este punto de vista, se tiende a negar que el delito tenga causas sociales para atribuirlas fundamentalmente a la perversidad moral del delincuente y así justificar el incremento del castigo. Por eso mismo, quienes defienden la adopción de políticas de mano dura suelen negar que la pobreza se relacione con la delincuencia.

2- Las relaciones entre causas y efectos son muy cambiantes y difíciles de predecir. En el campo social, un mismo efecto puede provenir de muchas causas distintas y las mismas causas pueden producir efectos diferentes. Esto se aplica a las relaciones entre la pobreza, la desigualdad, el desempleo y el delito. Puede pensarse que estos factores incrementan la probabilidad de que la inseguridad se vuelva un problema social, que hay múltiples condicionantes de esa relación, lo que hace difícil pensar en vínculos lineales o determinaciones que permitan predicciones certeras. Por ejemplo podemos ver que una persona en situación de pobreza tiene más motivaciones para procurarse por canales ilícitos aquello que no puede alcanzar por los convencionales. Pero aun así, nadie puede asegurar que un individuo en estado de miseria cometerá delitos. Además también algunas características de la personalidad pueden influir: quienes son más adversos al riesgo pueden ser renuentes a participar de actividades violentas, mientras quienes no temen correrlos estar más predispuestos a delinquir. La relación entre el incremento del desempleo y los robos en las localidades con mayor población, esta relación era importante, en aquellas pequeñas, por debajo de los 50.000 o 70.000 habitantes estos vínculos se diluían. También en el periodo de los años 80´existia una fuerte relación entre desempleo y delito. A causa del desempleo estas personas eran muy poco proclives a involucrarse en el delito para subsanar sus carencias materiales. Que una persona haya cometido eventualmente un delito, no implica que mantendrá esta condición permanentemente.

La relación que establezco, es que mientras más pobreza haya, mayor cantidad de delincuencia y delitos habrá, ya que a cierta cantidad de “pobres” les resulta más accesible cometer un delito antes que salir a buscar trabajo.

3- La pobreza absoluta relativa o la desigualdad social: son causantes de la inseguridad. Es importante esta distinción. La pobreza absoluta remite solo a la carencia material que dificulta la reproducción de la vida humana. Son condiciones que no garantizan cosas básicas como la alimentación, la vivienda, el abrigo, etc.

Desigualdad o pobreza relativa: remite a diferencias en la distribución de los recursos, se trata de la distancia que existe en los recursos de los que disponen unos en comparación a los que disponen otros. En sociedades que no han sido tradicionalmente pobres, la miseria puede no generar delitos, ya que no hay distancias marcadas entre lo que las personas desean y lo que poseen. Dado que esas poblaciones no conocen, ni aspiran otra forma de vida, no encuentran razones para delinquir.

4- Robert Merton explica que la transgresión a la ley se trataba de las diferencias entre las expectativas y exigencias que genera la sociedad y las posibilidades reales de alcanzarla lo que genera la “desigualdad” y predispone a las personas a transgredir la ley. Dicho de otro modo: es la pobreza relativa a las expectativas socialmente generadas la que produce un virtual crecimiento del delito.

Sí, estoy de acuerdo ya que las diferencias sociales son el causante de la “desigualdad” y lleva a los delitos. Como también no estoy de acuerdo cuando dice que todos los pobres cometen delitos, ya que algunos pobres no los cometen, sino que buscan trabajo por sus propios medios.

5- En el caso de la India, se produce un fenómeno diferente, en ese país han convivido sectores privilegiados junto a otros que pasan enormes privaciones. Allí, los marginados si conocen los beneficios de las condiciones de vida de los más ricos. Sin embargo la cultura de los hindúes no propone las mismas metas para todos los sectores de la sociedad; por eso entre los más pobres no se instala la necesidad de alcanzar el nivel de vida de los sectores pudientes; sus objetivos de existencia son otros que si están a su alcance. Y por eso no tienen motivos significativos para delinquir. Así, en un país con muy altos niveles de pobreza, las tasas de homicidio eran de 2,82 por 100.000 habitantes por año en 2007, es decir aproximadamente la mitad que en Argentina.

Merton sugirió que en la Argentina se promueven metas comunes de consumo y bienestar para el conjunto de la población, pero

...