Poesía EN TABASCO
Enviado por djzamudio • 2 de Julio de 2012 • 303 Palabras (2 Páginas) • 6.029 Visitas
El poeta paraiseño Angel Suárez Rodríguez escribió en los sesenta
‘En Tabasco’, un poema que destaca la presencia del agua en la geografía física y humana de la entidad.
En Tabasco
En Tabasco,
con tanto azul y verde,
se llenan de esperanza las pupilas
y se tornan los sueños infantiles.
Cuando el sol va manchando
con su sangre las nubes,
hasta el verde del Mar se torna triste,
y se antoja la vela
un pañuelo que dice
el adiós de la Tarde.
En Tabasco,
nace el verde a flor de agua,
se encarama travieso a la ribera
con la gracia pueril del camalote,
y hay un verde parlante en las vetustas ceibas:
(las ciebas son los clubes
donde hacen sus tertulias los pericos).
Tiene Tabasco:
burdeles de manglar
para las orgías de los lagartos;
terrazas de acahual
para el baño de sol de las iguanas;
y en la modesta alberca de los patos
se escucha a la orquesta de las ranas.
A mediodía,
el maíz y el cacao
se juntan en la sala del apaste
para tratar el viaje del chorote:
a comerse la luna en la tortilla
y a beberse la noche en una jícara
del oloroso café.
Cuando ya las gallinas se treparon al guiro,
hace coro al bostezo
el ric-rac de la hamaca
y el chirriar de los grillos.
Y a la luz del candil
la mujer en la troje
va llenando el canasto
desgranando maíz.
Luego avanza la noche
silenciosa y tropical,
diamantes fugitivos --los cocuyos--
van poblando el manglar:
un cayuco, linterna, buen anzuelo,
y amanecen los peces trasnochados
en la cárcel acuosa del vivero.
En Tabasco,
si el cielo destruye las cosechas,
abre el río su caudal
de peces y de conchas,
y se aleja frustrada la miseria.
Yo prefiero a Tabasco...
porque si he de morir alguna vez,
prefiero sea ahogado
y no de sed.
Para hablar de Tabasco, hermano mío,
hay que tener el alma siempre verde,
que fluya el sentimiento como un río,
y una música clara, como de alas,
en labio y corazón.
Porque en Tabasco,
en la acuática patria del jacinto,
con tanto azul y verde,
se llenan de esperanza las pupilas,
y se tornan los sueños infantiles.
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