Por Favor, Miénteme
Enviado por resacoxis.11 • 14 de Julio de 2014 • 7.473 Palabras (30 Páginas) • 260 Visitas
Por favor, miénteme.
Marco Antonio Parra
Primera edición, 2014.
Por favor, miénteme.
© 2014 Marco Antonio Parra Gámez.
E-mail: marcosensingular@gmail.com
Twitter: @KaderPG
Facebook: www.facebook.com/MarcoAntonioParra11
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ISBN:
Portada: Internet.
Diagramación: Marco Antonio Parra.
Todos los derechos reservados.
Yaracuy, Venezuela. 2014
Prólogo.
“Si nada nos salva
de la muerte,
al menos que el amor
nos salve de la vida”
Pablo Neruda
Por favor, miénteme
Sé que no forma parte de tu rutina.
Te conozco más de lo que imaginas.
Entiendo, quizás es mucho pedir.
Porque sé que no te gusta mentir.
Sé que el tiempo ha pasado.
Que solo soy un recuerdo.
Sé que no estás a mi lado.
Y eso me tiene ahogado.
Hoy quiero que cruces los dedos.
Calma por favor este desespero.
Hoy quiero escucharte mentir.
Dime que sin mí no puedes seguir.
Dime que de tu lado todo es nada.
Dime que también estás desesperada.
Que me extrañas todas las mañanas.
Que pensándome te despiertas de madrugada.
Dime que los domingos sin mí son una tortura.
Dime que me amas con locura.
Miénteme como casi nunca lo has hecho.
Miénteme al revés y al derecho.
Miénteme e ilumina mis días.
Miénteme, lléname de alegría.
Miénteme con tus labios de ternura.
Miénteme, pero con dulzura.
Miénteme, resucita mi esperanza.
Miénteme, que sin ti nada alcanza.
Miénteme, no quiero estar herido.
Miénteme, ave de mi nido.
Miénteme de noche y de madrugada.
Miénteme, dime que por pensar en mí estás trasnochada.
Por favor, miénteme.
He renunciado a ti.
Con el mismo fervor con el que siento este amor.
En el fondo de mi pecho el corazón se me estalla.
Renuncio como las olas que mueren en la orilla de la playa.
He renunciado, no quiero seguir siendo un soñador.
He renunciado a su venida, usted no me dejó otra salida.
He renunciado al calor de sus brazos y al sabor de sus labios.
He renunciado como si fuese lo último que haría en la vida
He renunciado, sin adiós ni despedida.
Renuncio como los mosquitos a la vida al acercarse a la luz.
Renuncio a noches, juntos, en la misma almohada.
Renuncio a tu mano en viajes en avión o en autobús.
Con la misma fuerza con la que luché y di todo por nada.
Renuncio a usted, a despertarla por las mañanas.
He renunciado a tomarla de la mano y llevarla al altar.
He renunciado, sé que para usted, esto es poca cosa.
He renunciado porque se me acabó la fuerza.
He renunciado a las lágrimas y a la tristeza.
He renunciado y ya empaqué las maletas.
He renunciado a esta rusa ruleta.
Y sobre todo, he renunciado a mí para volver a ser yo, sin ti.
Por usted.
Por usted puedo ser Benedetti esta noche, quizás Cortázar, quizás Neruda.
Puedo ser García Márquez atado a su cintura y en silencio perder la cordura.
Por usted puedo ser síntoma, enfermedad y cura.
Por usted puedo ser tranquilidad, paz y locura.
Por usted esta noche puedo tener la luna entre mis dedos.
Puedo ser Picasso, Miguel Ángel o Botero.
Puedo ser sol, neblina o aguacero.
Puedo ser Adán o Romeo; puedo ser insomnio o Morfeo.
Por usted puedo ser Christian Grey, Frogg o Aureliano Buendía;
Puedo ser perverso, puntual o compañía.
Esta noche por usted puedo ser Aristóteles, Sócrates o Platón.
Por usted, mujer, puedo ser su instinto, su furia y pasión.
Y si de cantar se trata, puedo ser Sabina, Arjona o Perales;
Puedo ser Bocelli, Elton Jhon o Sinatra, si de cantar se trata.
Por usted puedo ser desvelo y razón; ser veneno, nostalgia y amor.
Y por las calles de Macondo tomarla de la mano.
Puedo ser su frío, su luz, su verano.
Puedo ser su padre, su amigo, su hermano.
Puedo ser hasta lo que no soy, solo por usted.
Te quiero.
Te quiero de todas las formas jamás antes vistas.
Te quiero con cada gota de mi sangre.
Te quiero porque eres mi luna, mi sol, mi playa y arena.
Te quiero desordenada, dulce y serena.
Te quiero en invierno, verano, otoño y primavera.
Y aunque llegues de última en la carrera, para mí siempre serás la primera.
Te quiero como quieren los peces al agua.
Te quiero como lluvia al invierno.
Te quiero como los pájaros a la brisa.
Te quiero sin comas, sin puntos ni espacios.
Te quiero porque eres mi altar, mi virgen, mi agua bendita.
Te quiero porque hueles a milagro y sabes a resurrección.
Te quiero porque eres mi cruz, mi oración, mi paz infinita.
Te quiero porque contigo, Dios me echó la bendición.
Te quiero y va más allá de dos palabras.
Te quiero aunque no lo puedas leer.
Te quiero porque eres de mi truco el ‘abracadabra’.
Te quiero sin explicación alguna.
Te quiero como la noche a la luna.
Te quiero porque contigo volví a nacer.
Te quiero, simplemente eso.
Mi mundo
En el mundo que inventé contigo, al cielo le puse su nombre.
Ver su rostro y decirle "hermosa" es redundar,
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