Por que soy docente

¿POR QUÉ SOY DOCENTE?

La carrera de la docencia la elegí por las facilidades que me brindaba el estudiarla, entre las que destacan: el gusto por transmitir conocimientos; que adquirí al observar a mi mamá al impartir asesorías a sus educandos en grupos de trabajo, ella no es maestra pero desde que tengo memoria ha trabajado en el INEA como asesora educativa apoyando a los jóvenes o adultos mayores de 15 años que no han logrado concluir su educación primaria o secundaria, otros de los motivos fue considerarla una carrera fácil, que la escuela se encontraba a unos pocos kilómetros del lugar donde vivo y el afecto hacia los niños, mostrarme ante ellos como el medio para mejorar y adquirir nuevos aprendizajes que les servirán para poder desenvolverse a lo largo de su vida.

Antes de iniciar la docencia tenía el pensamiento de que el trabajo era fácil que consistía en estar frente a los alumnos y transmitir los conocimientos, pero al enfrentarme con la realidad me he dado cuenta que es un trabajo complicado ya que conlleva una serie de procesos desde el ingreso servicio profesional docente, al acceso al centro de trabajo, al análisis e identificación de las características, gustos, intereses, niveles y ritmos de aprendizaje de cada uno de mis alumnos, al trabajo en grupos multigrado, la organización de una escuela, la realización de planeaciones acorde a las necesidades de los niños, la transmisión de saberes y al trabajo dentro del aula además de la documentación requerida por parte de las autoridades educativas. Todo esto me ha hecho pensar que es una de las labores más difíciles, pues día a día debo prepararme y estar en constante actualización para ofrecer lo mejor de mi a cada uno de los niños que apenas comienzan a trazar un futuro.

Sé que en diversas ocasiones cometeré errores pero en el transcurso de mi labor docente iré mejorando a través de la práctica y la convivencia e intercambio de experiencias con mis compañeros maestros mediante los cuales aprenderé a cómo actuar ante situaciones que posiblemente aún no se han dado en el salón, pero que se podrían presentar.

Soy maestra porque la enseñanza me ofrece muchas oportunidades de crecer, muchos libros magníficos que leer, muchas experiencias en la vida real que descubrir, muchos conocimientos que adquirir a través de mis alumnos. El magisterio me brinda un ritmo, una variedad, un desafío y la oportunidad de seguir aprendiendo. Soy maestra porque cada día aprendo el doble de lo que enseño. Porque es la única forma que existe de ganarlo todo sin perder nada. Me siento como la alfarera tomando en mis manos mentes inocentes que al pasar por mis clases se convertirán, en preciosos elementos de la alfarería social.

Me gusta ser maestra por que los alumnos me regalan abrazos y sonrisas sinceras además agradecen el cariño, protección y amor que les brindo. Me conceden el privilegio de contarme sus confidencias, de expresarme sus desalientos y manifestarme sus ilusiones. Soy docente porque finalmente es una carrera que me ha gustado al ejercerla, y aunque implica estar lejos de las personas que quieres, dejar a un lado el lugar en el que nací, al final del camino también tiene una recompensa al recibir momentos especiales con los niños y la gratificación de los padres de familia.

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