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Enviado por evaliendo • 6 de Diciembre de 2011 • Tesis • 7.077 Palabras (29 Páginas) • 581 Visitas
Introducción
Puesto que a vivir viene el hombre, la educación ha de prepararlo para la vida. Ha sido en el Siglo XX donde se ha desencadenado una gran variedad de enfermedades e infecciones de transmisión sexual así como otros trastornos de la sexualidad, debido a una inadecuada educación sexual. Esta constituye una importante crisis de salud pública y de desarrollo social, pues afecta no solamente la vida de hombres, mujeres y niños(as) a nivel individual, sino también el desarrollo social futuro. En toda sociedad del mundo actual el eslabón más importante son los niños(as). "Los niños son la esperanza del mundo". Se les debe educar no solo con los principios de conocimiento básico de las materias que estudiará en su vida académica sino que también, se les debe brindar información que favorezca su desarrollo social y psicológico, teniendo en cuenta que es en la escuela donde niños(as) se relacionan y van construyendo su personalidad a partir del sistema de influencias educativas.
Se hace necesario brindarles información que favorezca su formación integral, gestando en ellos(as) características, rasgos y cualidades y modelos que contribuyan a formar una configuración psicológica que estimule el logro de nuestro objetivo final: hombre integral.
Unos de los componentes que garantizan la educación integral de la personalidad de nuestros educandos es la educación sexual, que se puede ofrecer por vía curricular o extracurricular. Este tipo de educación ocupa un lugar fundamental en el comportamiento psicosexual de nuestros educandos. Si reflexionamos al respecto podemos llegar a la conclusión que tanto la escuela como la familia y la comunidad influyen decisivamente en la formación o transformación de sus características psicosexuales.
Todo sistema socioeconómico, tiene un ideal educativo y la sociedad cubana lo concreta en su esfuerzo por lograr la formación multifacética de los educandos, conjugando la educación intelectual, científica; técnica, politécnica; laboral, patriótica y militar. Si aspiramos a la formación integral de la personalidad de cada individuo, con el que la sociedad pueda contar para su desarrollo, se hace imprescindible que la educación de la sexualidad también responda a estos propósitos.
En Cuba, desde la fundación de la Federación de Mujeres cubanas en 1961, todo trabajo estuvo dirigido a la integración de la mujer a la vida social y política del país. A través de esta organización femenina de masas, se canalizó el deseo expresado por las mujeres de tener participación en el proceso revolucionario. Con todo esto ya se estaba haciendo educación sexual.
Después del Segundo Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas, en 1974, y ante la solicitud de la gran masa femenina de recibir orientaciones educativas que incluyeran aspectos relacionados con la sexualidad, se crea el Grupo Nacional de Trabajo de Educación Sexual en 1977, adjunto a la Comisión Permanente de la Asamblea del Poder Popular para la atención a la infancia, la juventud y la igualdad de derechos de la mujer presidida por la diputada Vilma Espín (Presidenta de la F.M.C). Posteriormente, en 1989, se reconoce como Centro Nacional de Educación Sexual (CENSEX), ampliando su actividad intersectorial.
Existen disímiles experiencias de educación sexual en diferentes países y abundan los programas desarrollados por las vías no formales, aunque las experiencias de educación sexual en las escuelas, con diferentes criterios metodológicos, van creciendo con las reformas educativas. También muchas han sido las investigaciones que han dado respuestas sobre este tema tanto en la esfera internacional como nacional. Entre ellas podemos encontrar "El Informe de Master y Jonson"; "El Informe Kinsey"; "La sexualidad humana", de William Howell Masters y Robert C. Kolodny; "Sexualidad humana: Personalidad y educación", de Alicia González y Beatriz Castellanos y "Propuesta de Educación de la Sexualidad en la Formación Inicial de Profesores", de Belkis Del Valle Medina, entre otros.
La educación sexual debe promover la igualdad de posibilidades para ambos sexos sin que necesariamente se eliminen las diferencias. Este es el verdadero principio de la coeducación: no solamente que se pueda compartir el mismo recinto sino que se promueva el respeto mutuo y la colaboración; que se puedan desarrollar diversas aspiraciones ante la vida sin restricciones estereotipadas. Por lo general, este desarrollo integrador que deseamos estimular desde la niñez, pasa por numerosos obstáculos que separan a los niños y las niñas en mundo de posibilidades excluyentes. Desde la asignación de colores hasta juguetes y juegos.
Si solo podemos hablar de sexualidad; si las únicas actividades sexuales legítimas son las orientadas a la procreación, todos los intereses y manifestaciones sexuales de los(las) niños(as) deben ser neutralizados. Pero no es menos cierto que la sexualidad cambia en relación con la edad de forma que en cada período de la vida tiene características propias.
Una de las etapas más complejas para la educación psicosexual es la que se encuentra en el paso de la niñez a la adolescencia pues durante esta se producen cambios biológicos, psicológicos, fisiológicos, sexuales entre otros que prescinden de atención y seguimiento por parte del maestro fundamentalmente.
La educación sexual está presente en todos los propósitos de manera consciente e inconsciente. Es por ello que el programa de Educación Sexual se desarrolla sobre la base intersectorial donde la Federación de Mujeres Cubanas (F.M.C), el Ministerio de Salud Publica (MINSAP), el Ministerio de Educación (MINED) y la Unión de Jóvenes Comunistas (U.J.C), asumen las responsabilidades más importantes. Actualmente es creciente el interés por incluir aspectos relacionados con la educación de la sexualidad y la sexología como problemas de interés social, científico y político. Así lo demuestran los sostenidos esfuerzos de diferentes sociedades científicas, organizaciones no gubernamentales feministas, las reformas educativas apoyadas por gobiernos, las experiencias de avanzadas y las sociedades sexológicas, entre otras. El sistema educacional ha desplegado una gran campaña informativa sobre sexualidad y temas relacionados en medios de difusión masiva, programas de familias y programas educativos. También se ha asumido el programa de salud del Ministerio de Educación, al cual los profesores deben darle salida en sus clases.
El Ministerio de Educación tiene entre sus programas directores, el de Promoción y Educación para la salud, el cual contribuye a fomentar una cultura de salud en
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