¿ Por qué siempre te estás riendo de mí ?

Alumno: José Miguel Talavera Martínez

N° 50

Érase una vez una liebre muy fanfarrona, era tal su vanidad que se burlaba constantemente de la pobre tortuga porque era demasiado lenta. La Tortuga harta de que siempre se estuviera riendo le plantó cara y le dijo:

• ¿ Por qué siempre te estás riendo de mí ?
• porque eres demasiado lenta, le respondió la liebre.

La tortuga indignada se escondió dentro de su caparazón y empezó a pensar en algún plan que pudiera ayudarle a darle una gran lección. Días después con el plan trazado se presento en la casa de la liebre y le dijo:

• He estado pensando bastante y creo qué puedo vencerte en una carrera.
• ¿ Qué? ¿ Tú te estás oyendo? Nadie puede vencerme señorita .
• Yo lo haré.

La liebre se preguntaba el porqué de esa carrera, ella sabía que le iba a ganar en menos de lo que canta un gallo. Por fin llegó el gran día, todos los animales se reunieron  en el lugar indicado para el evento, nadie quería perderse la gran carrera. Los dos rivales se prepararon en la línea de salida, sonó el claxon y la liebre echo a correr lo más rápido que pudo, sin embargo la tortuga andaba despacito, sin prisas.

La liebre relajada se iba parando y haciendo descansos largos, estaba confiada, sabía que ganaría. En uno de sus descansos se quedó dormida profundamente y no se percato que la tortuga acababa de adelantarla, esta estaba ansiosa por que sabía que iba a ganar, pero aún así no se confió y logro llegar a la meta antes que la liebre.

Esto le enseñó a la liebre que jamás debe de burlase de nadie y a no confiarse de las situaciones aún teniendo todas las posibilidades de ganar.

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