Programación de la enseñanza en la universidad

Programación de la enseñanza en la universidad

Propósitos, objetivos, actividades, evaluación

Própositos y objetivos

 La definición de contenidos se orienta en función de ciertos propósitos. En el  lenguaje educativo habitual y en el especializado se utilizan distintos términos para designar lo mismo. Aquí se hace uso del término objetivos que retoma una de sus acepciones mas recurrentes y aceptadas: algo que deben hacer o saber los alumnos al final de un curso educativo. En cuanto al término propósitos su uso es menos común. Con este concepto se quiere indicar la formulación de las intenciones del que enseña. Los propósitos articulan imágenes de lo desable con el trayecto formativo con una apreciación acerca de las posibililidades y antecedentes de una población estudiantil. Definen algunos de los principios básicos de un proceso de selección de contenidos y expresan la  orientación general del programa. Los propósitos expresan ciertas condiciones que la enseñanza aporta para promover determinados aprendizajes. Definen un tipo de situación educativa en la que los alumnos deben involucrarse.

En muchos programas los propósitos se encuentran bajo el título de “objetivos generales” o simplemente “objetivos” y en otros casos suele ser parte de los textos introductorios en los que se caracteriza un curso, se define su función y se expresa la propuesta del equipo docente.

Los objetivos expresan adquisiciones posibles por parte de los alumnos. Los propósitos remarcan la intención, los objetivos el logro posible. Por ello la formulación de objetivos està directamente ligada con la fijación de algunos de los criterios necesarios para la evaluación de los aprendizajes. Los objetivos expresan lo que los alumnos serán capaces de hacer, o lo que los alumnos sabrán. También cumplen una función importante en relación con la evaluación.

La evaluación

La actividad de enseñanza incluye la evaluación: tiene que brindar una retroalimentación informativa a docentes y alumnos para operar sobre los procesos de enseñanza y sobre la actividad de aprendizaje y necesita acreditar el logro de conocimiento, capacidades y competencias de distinto orden. Para concretar oportunidades de formación una propuesta educativa necesita establecer en que medida la enseñanza y el aprendizaje se adecuan a los propósitos planteados. Esta apreciación es necesaria para introducir modificaciones y tomar decisiones relacionadas con la responsabilidad institucional. La evaluación cumple estas funciones en un sistema de enseñanza. Una de ellas relacionadas con la marcha de la enseñanza y el proceso de aprendizaje y otra con la acreditación de saberes y competencias para otorgar certificaciones habilitantes en campos académicos y profesionales. Frecuentemente se asimila evaluación con acreditación, pero esta solo es una de sus funciones. Si se utiliza bien, la evaluación proporciona información que permite tomar decisiones de manera màs racional y fundamentada. Esto requiere ocuparse tanto de lo que ocurre con los aprendizajes de los alumnos como también de las formas como se enseña.  Constituyen objeto de evaluación los contenidos ligados con la acreditación , pero también todos los aspectos presentes en los objetivos y en los contenidos. La calidad de la enseñanza se evalúa solo en parte por los logros de los alumnos, principalmente se evalúa por su adecuación a los propósitos planteados y por tipo de condiciones que ofrece para el aprendizaje.

Toda evaluación implica un proceso sistemático de recolección y análisis de información. Para ello es necesario poseer criterios claros que permiten comparar la información obtenida con algún parámetro establecido previamente. Los propósitos y los objetivos son maneras de fijar esos criterios. Los mecanismos evaluación suelen ser importantes dispostivos en la definición del acceso al conocimiento y de las experiencias valoradas por la institución

El programa de una materia establece los principales dispositivos y el ritmo de evaluación formalizada.

...