Proyectos En El Siglo XXI
Enviado por eeveeli • 17 de Noviembre de 2011 • 1.659 Palabras (7 Páginas) • 600 Visitas
LOS PROYECTOS EN EL SIGLO XXI
Por: JUAN JOSÉ MIRANDA MIRANDA
juanjo@cable.net.co
Cada vez son más las instituciones y empresas públicas y privadas de todo el mundo que involucran el "proyecto" como unidad básica de análisis de la rutina de gestión y herramienta insustituible en la planeación estratégica.
Los paradigmas propios de la “nueva economía” y la necesaria visión internacional de las decisiones que se toman en medio del ámbito de la globalización cada vez más competitivo y cargado de incertidumbre, determinan, sin duda, una nueva forma de pensar y de gestionar proyectos.
Por esta razón creemos que la enseñanza y divulgación de la técnica conocida como "Gestión de Proyectos" debe ampliar sus esquemas en el sentido de ofrecer una visión más completa del panorama en donde se insertará el proyecto, y el analista deberá dotarse de mayor información sobre las ocurrencias y usos de tecnologías; sobre modelos administrativos y de organización que privilegian las alianzas entre agentes interesados; sobre estructuración financiera (para los cuales no es importante el origen de los recursos sino las condiciones ofrecidas en los mercados internacionales de capital); la penetración y conocimiento del comportamiento de los mercados nacionales e internacionales para diferentes clases de productos y servicios; y en fin, la legislación de cada país, el respeto a sus normas y el buen trato al medio ambiente y las prácticas éticas, por un lado, y por otro, el acompañamiento a los modelos determinísticos con la incorporación de la reflexión aleatoria o estocástica que relacione una cantidad ingente de variables que se mueven en escenarios cambiantes y escurridizos.
Esto induce a relevar la importancia del trabajo en equipo entre diferentes profesionales especializados en distintas áreas que sumen esfuerzos y sinergias, para identificar, formular, evaluar, negociar y gerenciar proyectos y propuestas que puedan ser garantes de afortunadas decisiones. De ahí la importancia que cada país, cada región, cada departamento o provincia, cada localidad, cada empresa, cada ciudadano descubra su vocación y genere fortalezas competitivas en torno a ese conocimiento. No cabe la menor duda que la competitividad de los sectores productivos, la eficiencia en los servicios gubernamentales con el acompañamiento de una academia reflexiva, tolerante a las diferentes vertientes del conocimiento y productora y
reproductura de ideas prometedoras, son la clave para alcanzar tasas de crecimiento económico adecuadas y la mejor opción para mejorar las condiciones de vida de la población.
Las políticas tradicionales de protección que durante tanto tiempo disfrutaron las empresas nacionales se vienen desmontando dando paso a la modernización y reconversión del aparato productivo, con el fin de aprestarse como única opción a la competencia internacional, no solamente en los mercados externos sino también en los domésticos. Sin embargo, aprovechar las ventajas comparativas de otras épocas, como la mano de obra barata, la abundancia y proximidad a los recursos naturales, las economías de escala orientadas a los mercados nacionales cautivos, no resulta en forma alguna suficiente para el crecimiento y permanencia de nuestras empresas - públicas y privadas -; puesto que, la innovación, la calidad, el dominio del conocimiento y su aplicación tecnológica, son recetas fundamentales y necesarias para garantizar la competitividad; en efecto, incorporar la creación de valor agregado a través de todos los eslabones de la cadena productiva, desde la planeación, el diseño, la producción, el transporte, hasta el mismo consumo, es sin duda la única forma de actuar en el nuevo escenario.
Pero los esfuerzos deben ser compartidos por el Estado a través del impulso de políticas de innovación y calidad, que permita a los empresarios contar con algunas ventajas de las que disfrutan sus competidores en sus países de origen, sabemos que los subsidios, por ejemplo, se aplican no solamente al producto final sino a los factores de producción, principalmente la tecnología, como estrategia válida de las naciones industrializadas. En consecuencia, el nuevo pensamiento empresarial debe estar orientado a identificar las ventajas que refuercen con mayor vigor su estrategia competitiva, y desde luego diseñar y financiar planes para su apropiación y desarrollo, a través de una adecuada "gestión empresarial" que permita el acceso a los principios científicos que fundamentan su aplicación, con el ánimo permanente de aportar innovaciones al acervo de conocimientos, encaminado a mejorar la calidad y productividad, bajar los costos, y desde luego satisfacer mejor al cliente.
Surge entonces la necesidad de repensar la Universidad y cambiar los esquemas metodológicos y pedagógicos por aquellos que garanticen una adecuada inmersión del estudiante en el mundo del futuro. Los modelos pedagógicos de profesor, tablero, auxiliados por libros y textos anacrónicos y, estudiantes pasivos que reciben información y fórmulas mágicas irreales tienen que ser superados por la reflexión, el análisis, la controversia, la dinámica, la participación activa y el diseño de propuestas que se canalizan a través de la identificación, formulación, evaluación, negociación y gerencia de proyectos de inversión y desarrollo, garantes de creación de nuevas empresas exitosas. La concepción moderna de la
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