Psicomotricidad
Enviado por perla.bermudez • 7 de Mayo de 2012 • 5.989 Palabras (24 Páginas) • 617 Visitas
ÍNDICE
I.- INTRODUCCIÓN
II.- CONCEPTO DE PSICOMOTRICIDAD
III.- EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO
IV.- PSICOMOTRICIDAD Y DESARROLLO DEL APRENDIZAJE
V.- COMPONENTES DE LA PSICOMOTRICIDAD
VI.- TRASTORNOS PSICOMOTORES
VII.- COORDINACIÓN Y PSICOMOTRICIDAD
VIII.- TRASTORNOS DE LA COORDINACIÓN
IX.- CONCLUSIONES
X.- BIBLIOGRAFÍA
I.- INTRODUCCIÓN
El cuerpo humano, genético, estructural y funcionalmente correcto, con la adecuada estimulación ambiental, posibilita el logro de las habilidades cognitivas, comunicativas, afectivas y conductuales que le son propias, es así que la psicomotricidad es de especial importancia en el ámbito de la educación especial, entendida como la atención a las personas con algún tipo de deficiencia, ya sea física, mental, y en especial sensorial, donde también pueden incluirse a los alumnos que presentan problemas de aprendizaje y/o problemas conductuales, ampliando la visión de acción de la materia no solo a instituciones de educación especial, sino también a los centros de educación ordinaria (Ortiz, 1995); dado que tiene como objetivo el facilitar el desarrollo de las posibilidades motrices, expresivas y creativas a partir del cuerpo, que mediante la actividad educativa o reeducativa de la misma puede lograr que el individuo llegué hasta la consecución de sus máximas posibilidades de desarrollo, o hacia la superación de los déficits o inadaptaciones que padezca. Es por ello que el presente trabajo tiene como objetivo el dar una visión general del concepto de psicomotricidad, las características de dicho concepto, la evolución que el mismo ha tenido con el paso del tiempo y finalmente se aterrizará con el concepto de coordinación y las implicaciones, relevancia e importancia que esta tiene sobre el desarrollo psicomotor desde un punto de vista neurológico y psicoanalítico.
II.- CONCEPTO DE PSICOMOTRICIDAD
La psicomotricidad como mencionan García y Vidal (1999) puede entenderse como una interrelación entre las funciones neuromotrices y las funciones psíquicas, como la técnica o técnicas para estimular o modificar mediante la actividad corporal la relación entre el sujeto y su entorno. Puede ser entendida como una técnica cuya organización de actividades permite a la persona conocer de manera concreta su ser y su entorno inmediato para actuar de manera adaptada (De Lièvre y Staes en: Berruezo, 2000). Para Fernández (2005) la psicomotricidad es un método general de educación que utiliza el movimiento humano en todas sus formas encaminado a satisfacer las necesidades de los individuos, también señala que es un método de pedagogía activa, porque utiliza ejercicios progresivos para alcanzar un desarrollo significativo de las capacidades del niño, para este método todo lo que un niño puede aprender está determinado por sus experiencias vitales, ya que el niño establece relaciones entre ellas. Así pues, Berruezo (2000) señala que la psicomotricidad se ocupa de la comprensión del movimiento como factor de desarrollo y expresión del individuo en relación con su entorno, la considera como un área de conocimiento que se ocupa del estudio y comprensión de los fenómenos relacionados con el movimiento corporal y su desarrollo, así como que también se ocupa de la comprensión de las dificultades o trastornos que pueden aparecer como consecuencia de alteraciones en la adquisición de los patrones normales del movimiento. En este sentido, la psicomotricidad es un planteamiento de la intervención educativa o terapéutica cuyo objetivo es el desarrollo de las posibilidades motrices, expresivas y creativas a partir del cuerpo, lo que le lleva a centrar su actividad e interés en el movimiento y el acto, incluyendo todo lo que se deriva de ello: disfunciones, patologías, estimulación, aprendizaje, etcétera.
En definitiva se puede decir que el concepto de psicomotricidad puede entenderse en dos vertientes, como teoría y como práctica. Es así que podríamos definirla como una disciplina educativa/reeducativa/terapéutica, concebida como diálogo, que considera al ser humano como una unidad psicosomática y que actúa sobre su totalidad por medio del cuerpo y del movimiento, en el ámbito de una relación cálida y descentrada, mediante métodos activos de mediación principalmente corporal, con el fin de contribuir a su desarrollo integral y a la comprensión de su ser y de el entorno en el que se desarrolla (Muniáin en: Berruezo, 2000). Dicha concepción se propone, como objetivo general, desarrollar o restablecer, mediante un abordaje corporal (a través del movimiento, la postura, la acción y el gesto), las capacidades del individuo, incluso pretende llegar por la vía corporal al desarrollo de las diferentes aptitudes y potencialidades del sujeto en todos sus aspectos: motor, afectivo-social, comunicativo-lingüístico, e intelectual-cognitivo.
III.- EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO
Podemos establecer los orígenes de la psicomotricidad a principios del siglo XX, momento en que se da una situación propicia, como menciona Berruezo (2000), sobre la que convergen al menos tres corrientes científicas. Por una lado, la patología cerebral acepta la ruptura en la correspondencia entre la lesión y el síntoma, en donde se ha constatado la existencia de disfunciones graves sin la existencia de lesiones cerebrales localizadas. Por otro lado, la neurofisiología que empieza a preocuparse de las conductas de un individuo en relación con el medio, llegando a la conclusión de que cualquier movimiento tiene significación biológica. Y en tercer lugar, la neuropsiquiatría infantil que llega a la descripción del síndrome de debilidad motriz, que posteriormente se relacionaría con el de debilidad mental, y que abre la posibilidad de explicar trastornos motores causa de inmadurez, retraso o detención del desarrollo de un sistema, poniendo de relieve el paralelismo existente entre la actividad psíquica y la actividad motriz.
Hay que hacer notar que sin duda es Wallon, la persona que dio auge a una línea clara de investigación y publicaciones sobre determinados aspectos de la psicomotricidad, ya que mediante su concepción psicobiológica señala que el psiquismo y la motricidad no constituyen dos dominios distintos, sino más bien que representan la expresión de las relaciones del ser y del medio, es así que antes de utilizar el lenguaje verbal para hacerse comprender, el niño hace uso en principio de los gestos, de movimientos en conexión con sus necesidades y situaciones surgidas de su relación con el medio (Maigre y Destrooper, 1986), así pues, para Berruezo (2005) el lenguaje es tributario de las adquisiciones motrices, apareciendo después de que el niño tiene experiencia concreta y manipulativa de las cosas, esto es, que primero percibimos, vemos y
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