QUE ES UNA NACION
Enviado por MSR12 • 22 de Agosto de 2014 • 1.423 Palabras (6 Páginas) • 747 Visitas
ERNEST RENAN
¿QUÉ ES UNA NACIÓN?
[Conferencia dictada en la Sorbona, París, el 11 de marzo de 1882]
Ernest Renan en su texto ¿Que es una Nacion?, nos acerca a una de las ideas mas importantes que deben pensarse a la hora de configurar lo que es esta definicion. Al señalar que la Nacion es un alma, un principio espiritual, dice en el fondo que para hablar de Nacion hay que considerar los recuerdos en comun que proporcionen conocer el pasado, y proyectarse en el futuro de una sociedad determinada. Ese sentimiento, esa voluntad de hacer valer el acervo historico, que permita mirar el futuro en conjunto, es el gran aporte que realiza Renan en el artículo… esa es “El ALMA” que tienen la Nacion para entenderse como tal.
Valoracion: El discurso de Renan es uno de los mas claros exponentes que reflejan los valores y la ideologia nacionalista, no solo como una base para la diferencia y el independentismo, sino como unos valores aglutinantes para la poblacion de la nacion. Es uno de los ideologos más claros del movimiento
La definición de nación es tan polémica como la de cualquier otro concepto abstracto con implicaciones políticas. A partir de la definición que adoptemos será fácil develar nuestras intenciones. Porque las palabras, a pesar de lo que algunos creen, no son superfluas sino que es precisamentedesde la perversión del lenguaje donde comienzan las ideologías totalitarias su labor reeducadora.
En su conferencia Ernest Renan, contrapone dos concepciones enfrentadas de este vocablo de difusos confines. Renan, uno de los grandes intelectuales del siglo XIX y, el gran blasfemo de Europa a decir de sus detractores más acérrimos, dedicó su vida al estudio y a la investigación. Desde su visión liberal-conservadora y, ciertamente, desengañado por una época marcada por las revoluciones de clase, supo ver con clarividencia los peligros del nacionalismo orgánico alemán. Para comprender en toda su intensidad el problema que plantea es necesario conocer el marco histórico en que se desenvuelven sus reflexiones, con la grave crisis ocasionada en Francia por la anexión de Alsacia y Lorena tras la guerra franco-prusiana como telón de fondo. Con acierto, vislumbró, con preclara anticipación, el incipiente expansionismo territorial de una Alemania decidida a conquistar su Lebensraum en nombre de la raza aria. Hoy sabemos que esos sueños telúricos se esfumaron en los hornos de Dachau o Treblinca.
Su concepción de la nación moderna, desde una óptica liberal-democrática, se nos revela como el resultado histórico de una serie de hechos convergentes en el mismo sentido y que hunden su raízen la voluntad colectiva y soberana de un conjunto de individuos representados mediante sufragio por una minoría. Una nación, según Renan, es una gran solidaridad, un sentimiento común, forjado por los sacrificios pasados y los que se están dispuestos a arrostrar en el futuro. La existencia de una nación es un plebiscito de todos los días, producto, a su vez, de un largo devenir histórico que hace difícil su cuestionamiento por los actores políticos coyunturales. La nación no se planifica, ni se improvisa. Michael Oakeshott, en su libro El Estado Europeo Moderno, señaló con acierto como los Estados modernos surgieron poco a poco, producto de determinadas decisiones humanas, pero en ningún caso como el resultado de un plan preconcebido.
Frente a esta concepción, que hace depender la existencia de la nación de los individuos que la componen, nos encontramos con otra muy diferente, síntesis de la combinación Hegelianaentre el organicismo de la sociedad con una visión metafísica del Estado, que se configura como una entidad mística y trascendente a cuyos predeterminados designios se somete el colectivo. Es sobre esa filosofía oracular del idealismo y el determinismo histórico sobre la que anidarán los totalitarismos del siglo XX. El gran filósofo del siglo pasado, Popper, definiría a ese nacionalismo, fundado en el mito, como la terrible herejía de la civilización occidental. Así, Renan, advertía que se confunde la raza con la nación y se atribuye a grupos etnográficos o lingüísticos, una soberanía análoga a la de los pueblos. Por el contrario, los Estados son el producto de una fusión de poblaciones; no existe la raza pura, las naciones de Europa son naciones de sangre mezclada. Así, dirá: La raza no lo es todo como entre los roedores o los felinos,
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