Que Se Siente Ser Orgullosamente Mexicano
Enviado por luiiscedillo • 21 de Mayo de 2013 • 589 Palabras (3 Páginas) • 459 Visitas
Que se siente ser orgullosamente mexicano
De pronto estalla con algarabía el mensaje del gobierno federal; con tal firmeza en la palabra de quienes aparecen ahí en los mensajes de televisión que hacen que uno se acuerde de las ferias mexicanas en donde los colores y las luces de los foquitos de mil tonos distintos y los castillos de cohetes luminosos en el cielo oscuro y los algodones de azúcar y los rehiletes y los pambazos picositos y los mil y un sonidos mexicanos aquí o allá nos hacen sentir que '¡no hay cielo como mi cielo, ni tierra como mi tierra!' o, lo que es lo mismo: "El orgullo de ser mexicanos".
Según esta frase 'motivacional', los mexicanos, por el sólo hecho de serlo debemos sentirnos orgullosos; muy orgullosos. Esto es esencialmente cierto y existe aunque no nos lo estimulen con propaganda de gobierno. Ser orgullosamente mexicanos es exactamente lo mismo que sienten los franceses por el sólo hecho de ser franceses, o los ingleses, o los estadounidenses, o los españoles.
Sentirse orgullosos por el origen, por el lugar en el que uno nació y por compartir historia y destino, por ser herederos de tragedias y felicidades o por contar con gustos similares y por tener aspiraciones de supremacía le es propio a toda sociedad con sentimientos que los hacen uno. Eso es, digamos, una forma de nacionalismo.
No es sólo un asunto de "no hay cielo como mi cielo..." porque el cielo aquí o en China es el mismo; de la misma manera que "ni tierra como mi tierra" lo es porque las bellezas naturales no conocen fronteras y el mundo es único y tiene lo suyo en cualquier parte.
Por supuesto el caso mexicano tiene sus particularidades: somos un país cuyo origen prehispánico nos ha dotado de un particular sentido de la vida y del destino. Somos un país mestizo porque el ayuntamiento con lo europeo-español-árabe se mezcló con la sangre original para dar forma a una nueva casta que incluye grandezas y bajezas; victorias o derrotas; medianías o intensidades. En todo caso nos asemeja el apego a esta tierra, el apego a nuestras costumbres de siempre y la forma de ser; nos une la herida abierta de nuestra historia y a la trascendencia como destino. O simple y sencillamente porque queremos estar juntos y nos queremos así.
Octavio Paz dice que "El mexicano no es una esencia, es historia". Parafraseando a don Luis González podríamos decir que México deja de ser un país cualquiera en el momento mismo en el que lo vemos con cariño y emoción quienes lo queremos; y quienes lo queremos casi siempre somos los que nacimos aquí. David E. Brading insiste en que nuestro nacionalismo –o nuestro orgullo de ser mexicanos- surgió en el momento mismo de nuestra independencia en 1821, aunque esto no obsta para que antes los criollos insistieran en su orgullo
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