El Ser Mexicano

LA IDENTIDAD DEL MEXICANO AL DESCUBIERTO

Ser de México es:

• Ser auténtico, ser amable, ser hospitalario, ser libre, ser mexicano es de lo más agradable que puede sucederte.

• Llevar en la sangre el colorido, la alegría, la fe, la fiesta, la imaginación, el fuego y tantas cosas más que diferencian a un mexicano de otros seres humanos. Es un compromiso, es una emoción, es orgullo, es poder, es fortaleza y tantas otras cosas que no podría enlistar todas aquí.

• Lo más “chingón” que hay.

• Es lo más orgulloso y padre que te puedas imaginar.

• Estar orgulloso de nuestras raíces, amar la libertad, y sobre todo la justicia.

El mexicano posee una interesante y peculiar manera de pensar y actuar, esto debido su cultura, pero no a una cultura que trasciende positivamente y se conserva, sino a un sinfín de procesos de degradación que han marcado al pueblo mexicano. <<El ser mexicano>>, es un tema que muchos pensadores han analizado a lo largo de la historia de nuestro país, y si bien se podría dar un sinfín de adjetivos conductuales y psicológicos, nos enfocaremos a revisar posturas de ensayos fundamentales para la cultura y el debate nacional; El perfil del hombre y la cultura en México (1934) de Samuel Ramos; El laberinto de la soledad (1950) de Octavio Paz; y Fenomenología del relajo de Jorge Portilla.

Samuel Ramos es un filósofo que nació en Michoacán en 1897, que se dedica a estudiar al <<ser mexicano>>, pero de una manera directa, sin matices, sin censura, apegado a la verdad, con la única intención de mostrar la realidad. Así el mexicano conozca y acepte su realidad, aportando herramientas para evitar los rasgos perjudiciales, “porque nadie se corrige si no conoce sus errores”. (Ramos, 1963.)

Se basa en la psicología de Alfred Adler, pues sostiene que el mexicano, con su actitud, manifiesta un complejo de inferioridad que expresa cuando:

a) Manifiesta una exagerada preocupación por afirmar su personalidad.

b) Se interesa vivamente por todas las cosas o situaciones que significan poder.

c) Muestra un afán inmoderado de predominar, de ser en todo el primero.

Y es que haber estado sometidos durante trescientos años nos hace reflexionar y resaltar un sentimiento de inferioridad ante los valores, la personalidad y las posesiones de los conquistadores europeos. Y como consecuencia, siguiendo el pensamiento de Adler, surge un complejo de superioridad, por lo cual el mexicano busca el poder, la ambición, puesto que así esconde ese “ser inferior”; y se empieza a necesitar de medios para lograrlo e imitar a los que se consideran superiores. En todo este proceso se destruye la esencia y cultura propia. Nos convertirnos en verdaderos mimos, títeres, fanáticos en todo. Nunca ejercemos la crítica, ocultamos nuestros sentimientos de inseguridad adoptando lo que está “de moda”, solo por temor a mostrar lo que somos, como queriendo ser reconocidos por buenos, valientes, sabios.

“Ramos toma como uno de los arquetipos de la cultura mexicana al <<pelado>>. Quien representa al marginado de las grandes ciudades y al habitante de las zonas rurales. La vida le ha sido hostil por todos lados y su actitud ante ella es de resentimiento, por eso se comporta de manera belicosa; en la expresión de una virilidad exacerbada encuentra la salvación de esa inferioridad que siente en su ser. Maneja un lenguaje grosero, con tono agresivo y cargado de significaciones ambiguas, creando el albur, donde atribuye al adversario una femineidad imaginaria, reservando para sí el papel masculino, pretendiendo afirmarse como superior sobre el contrincante.” Aquí podemos utilizar el refrán <<dime de qué presumes y te diré de qué careces>>, puesto que así pasa con el pelado mexicano, su forma de ser es altanera pero es porque no quiere mostrar que no es un hombre valiente y fuerte, desconfía totalmente de su persona y de todos los que lo rodean. Desconfianza que para Ramos es una característica en general de este ser, lo que lo lleva a vivir sin planeación, de acuerdo a lo que le conviene en el momento, cae en un individualismo y peor aún, en el egoísmo. “Es un ser de naturaleza explosiva cuyo trato es peligroso, porque estalla al roce más leve. Sus expresiones son verbales, y tienen como tema la afirmación de sí mismo en un leguaje grosero y agresivo. El <<pelado>> busca la riña como un excitante para elevar el tono de su <<yo>> deprimido”. (Ramos, 1963.)

El gran intelectual Octavio Paz expone en su obra <<El laberinto de la Soledad>> un análisis de la sociedad mexicana, la cual busca cualquier excusa para celebrar y escapar de su triste y regular vida; sigue viviendo el trauma de la conquista, donde el español tomó a sus figuras femeninas por la fuerza y se aprovechara de ellas. Está latente el hecho de que sufrimos un mestizaje impuesto. Paz concluye diciendo “en todas sus dimensiones, de frente y de perfil, en su pasado y en su presente, el mexicano resulta un ser cargado de tradición que, a caso sin darse cuenta, actúa obedeciendo a la voz de la raza”. (Paz, 1950)

Es por ello que el mexicano, cuando quiere molestar al otro le dice cuñado, y al mismo tiempo le enfada que se metan con su madre. Totalmente de acuerdo con Octavio Paz, pues simplemente cuando quieres ofender a alguien le <<mientas>> la madre. “El hombre es

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