Ramón Gallegos y la pedagogía holista ensayo

La Fundación Internacional para la Educación Holista, integrada por personas muy sabias, maestros y alumnos interesados en despertar a nuestra verdadera esencia, nuestro ser espiritual. Es aquí donde estos últimos dos años he compartido, aprendido y por supuesto tratado de aplicar todo lo que semestre a semestre descubro.

Recuerdo aun con un profundo suspiro el día que decidí formar parte de esta shanga Holista y lo digo con firmeza, es de las mejores decisiones que he tomado en la vida, porque el beneficio que he obtenido de estar aquí, ha superado por mucho las expectativas con las que en su momento, ingrese a estudiar la Maestría en Educación Holista.

Las expectativas que tenia de la Maestría al ingresar han sido superadas por mucho, muchísimo. Inicialmente y a pesar de checar el mapa curricular que la conforma y la reseña que en el portal de la página de internet presenta, toda esta información se queda corta en relación a todo lo rico que te ofrece la fundación y todos sus elementes que la conforman

había escuchado en mi padre, decir en bastantes ocasiones y la gran mayoría como cierre a estas mesas de diálogo sobre educación que solíamos tener con gran frecuencia, la solución a esta crisis actual, es la Educación Holista que propone el Dr. Ramón Gallegos Nava, al preguntarle porque, su respuesta siempre fue clara y contundente, “porque incluye la espiritualidad en su propuesta”.

“Espiritualidad”, por esos años mi entendimiento a esta gran palara era corto en relación a lo que hoy he aprendido y por su puesto a lo que se que aun me falta por comprender y vivir, pero aun así era la suficiente para entender que mi padre estaba en toda la razón. Y decidida a entender esta maravillosa respuesta, me registre en la plataforma, llene mi formulario y “rece” porque aun hubiera espacio para mi hermana y para mí.

El primer contacto que tuve fue la primera clase de skype, para la cual no tuve el material disponible a tiempo para leerlo, no se me olida que el doctor nos presento por la plataforma y todos nos recibieron con palabras muy bonitas y fue a partir de ese momento cuando comencé a sentirme parte de un grupo de personas sabias y muy amables.

Con forme avanzaban las semanas, comencé a estresarme bastante porque no alcanzaba a leer a consciencia las lecturas, el cansancio de bebe recién nacido y el juego químico, físico y emocional que hace el postparto, no me permitía ver la salida, aún así llego el día de la sesión presencial, sentía literalmente mariposas en mi estomago, de tanta emoción que sentía por conocer en vivo a mis compañeros y maestros.

Lo que más me preocupaba de esta sesión presencial era mi bebe y nuestra necesidad de darle el pecho porque llevábamos lactancia exclusiva, así que mande correo a la fundación para pedir autorización de que mi bebe pudiera entrar a la clase para amantarlo, de no concedérseme había tomado la decisión de salirme de la Maestría, porque entonces los valores y las acciones de la fundación no serian congruentes.

Pero accedieron, he incluso hubo compañeros que se acercaban porque querían conocer a mi bebe, no olvido que José se acerco cuando mi hijo de apenas 3 meses, estaba prendido a mi pecho, en esos entonces yo no estaba acostumbrada a amamantar en público sin mi mandil de lactancia y el sin pudor alguno me dijo, puedo conocerlo y pues levante la manta y dijo, esta hermoso. Después el Doctor RamónGallegos nos platico que justo así traían a su primer hijo Ramón y fue motivo de platica amena, cordial y fraternal,

Lo que más recuerdo de este primer semestre fue esta sensación de haber encontrado un lugar donde todos los que eramos estudiantes, lo hacíamos de manera madura, con plena convicción de aprender y no solo de ir a convivir y pasar un buen rato, compañeros de edades mayores a la mia, con una vida ya formada, con gustos y decisiones muy establecidos.

Este grupo estaba muy lejos de ser parecido a aquellos por los que transite en mi proceso educativo anterior a la maestría, yo siempre decía, ojala en la secundaria sea mejor, ojala en la preparatoria sea mejor, ojala en la universidad de la UDG sea mejor, ojala en la Normal de Jalisco, pero nunca era así, siempre me encontraba rodeada de la misma inmadurez en cada nivel al que transitaba, la mismo infantil idea de querer que los demás no se presenten a clase porque el o ella estaba cansado y tenía ganas de hacerse la pinta.

Esta idea de irresponsabilidad ante su proceso de aprendizaje, copiando tareas o dando una escusa tan bien diseñada que ignoro si los maestros la creían o simplemente les daban por su lado. Pero aquí no, en la Fundación convergen personas con un deseo natural y verdadero de aprender, personas que llegan a ser inspiradoras y que se convierten en nuestra familia.

Trabajar y aprender del Dr. Ramón Gallegos Nava fue una verdadera dicha, esta forma tan suya de presentarnos la información y la gran responsabilidad que tiene en sus hombros, elige con tanto cuidado la información que dialogaremos, información que no es charlatanería pues se documenta de una manera formidable.

Para toda pregunta tuvo una respuesta y siempre estuvo en la disposición de contestarlas, incluso si él consideraba que no eran temas a tratar, decía esto y porque no debíamos prestar atención a esas ideas. El dominio de nombres, términos y una grandísima cantidad de información es de admirarse, por ejemplo a mi me cuesta mucho trabajo esto, por eso los admiro.

Hubo un tema que abordamos con bastante profundidad “No necesitar al mundo o cada vez necesitarlo menos” este fue uno de los diálogos que más me significaron, pues existía cierto dilema en mi de si yo era un bicho raro equivocado por no querer y disfrutar hacer lo que la mayoría de jóvenes o es que era el camino correcto para ser mejor persona.

Por esto es que cuando lo leímos y compartimos con mis compañeros y con la gran intervención del Doctor Ramón Gallegos, hubo una sensación en mi de tranquilidad al saber que no estaba equivocada, que esto era el camino correcto para seguir mejorando como persona y entender que el mundo es como una trampa del ego en la que no debemos caer, me dio más claridad de que cosas alejarme.

Claro que con el paso de los demás semestres he vislumbrado que este primer sentimiento de lograr un equilibrio entre el hacer y el tener, existe. La lectura que más me apoyo al respecto fue en la que se explica la enseñanza de Buda sobre el recto hacer, en este análisis comprendí finalmente

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