Realidad Virtual
Enviado por angela.lora45 • 19 de Mayo de 2015 • 620 Palabras (3 Páginas) • 153 Visitas
Los afectos en la Red se crean a partir de una vasta información que se recibe del otro. Cómo prevenir los desencuentros dolorosos de las relaciones virtuales.
En las redes sociales puedes formarse vínculos muy enriquecedores. Lo virtual aporta al vínculo un componente distinto al contacto directo y a la relación cara a cara entre dos o más personas. Una de las características particulares que presenta esta forma de relacionarse, es la condición diferente que presenta el tiempo, por ejemplo no es necesario que las partes acuerden comunicarse en un mismo momento.
Otro punto también particular es que no hay necesidad de estar en un mismo espacio físico, ni siquiera cercano. Aun sin esta sincronización, cada una de las partes puede tener una vasta información, apreciación y valoración sobre la otra. Esto nos alivia la angustia que nos provoca la “falta de tiempo” que sentimos que tenemos para los afectos y relaciones y nos deja algún margen para el compromiso que muchas veces exige el estar frente a frente.
Fotos, informes, amistades, contactos, gustos, elecciones, comentarios, pueden dar una parte del perfil, quizás muy meritorio y real, de quien está del otro lado de la pantalla. Sin embargo no deberíamos olvidarnos de que justamente es sólo una parte de ese perfil. Lo que tendemos a mostrar en las redes sociales es lo que “queremos que se vea de nosotros”.
Somos seres presentes, tenemos una forma física, biológica, emocional que constantemente emite señales de todo orden. Por otro lado, frente a otros, nuestro organismo también es sensible y perceptivo captando, muchas veces antes que nosotros seamos plenamente conscientes, los signos que los demás expresan y que nos ayudan a completar la idea que vamos construyendo de ellos.
En los vínculos lo virtual algunas veces deja vacíos que, de acuerdo a las características de la personalidad, necesidades e historia de quienes son parte de las relaciones, tiene incidencia y ayuda a armar “los supuestos”, en relación a los que habitan del otro lado de la pantalla.
Se hacen preguntas frecuentes tales como: ¿Estás? ¿Te fuiste? ¿Me lees? Y luego justificaciones… justo me llamaron… me quedé sin señal… sin batería... Es común conversaciones que quedan suspendidas, sin respuestas y sin dar explicaciones por ello. Esto de no “cerrar” lo que comienza a decirse en una interacción también genera angustias. En muchos bastaría un “sí”, un “no” o un “después te digo” para aliviar el malestar que genera la incertidumbre.
La incertidumbre y la angustia que provoca el no saber, puede llevarnos a querer compensar lo que sentimos… y allí comienzan instalarse nuestras proyecciones. Menos datos tenemos acerca de ellas, mayores podrán ser las conjeturas.
En este punto, no hay que olvidar que hay partes de la persona que desconocemos y para los cuales necesitamos guardarnos cierto
...