Realismo, Naturalismo Y Simbolismo

REALISMO, NATURALISMO Y SIMBOLISMO

Frente al idealismo romántico, el realismo se propuso dar una imagen exacta de la realidad, a través de los detalles de la vida cotidiana y el lenguaje común. Esta actitud se prolongará en el naturalismo, en cambio la lírica rechazó la poesía como vehículo de ideas y se encerró en un aislamiento estético que, iniciado con el parnasianismo, concluyó con el simbolismo.

La NOVELA REALISTA

El escritor realista más temprano de fue Honoré de Balzác (1799-1850). Antes de que Víctor Hugo estrenase su Hernani, acontecimiento que se considera el episodio fundacional del Romanticismo francés, Balzác ya había publicado sus primeras novelas. A partir de él, la novela dejará de ser algo etéreo, artificioso y más o menos falso, para convertirse en el reflejo exacto y vigoroso de la vida real.

El propósito de Balzác es hacer una historia de toda la sociedad, que a su parecer está dividida en clases sociales, del mismo modo que los animales lo están en especies zoológicas. En sus novelas, que titula en conjunto “La comedia humana”, muestra con trazos vividos una revuelta y pintoresca colección de hombres y mujeres de todo origen y condición, y sus argumentos son tan variados como sus personajes. Entre sus títulos memorables hay que situar “Eugenia Grandet”, “Papá Goriot”, “La piel de zapa”, “El coronel Charbet y Grandeza” y “Decadecia de César Birotteau”.

Stendhal, seudónimo de Henry Beyle (1783-1842), presenta más hibridez literaria que Balzác, pues el contagio romántico es en él más fuerte. Sin embargo Stendhal detesta el estilo ampuloso y aborrece el lirismo de Víctor Hugo y Lamartine. Maestro del análisis psicológico, para él el individuo no existe fuera de su propio contexto, y por eso describe la situación política en que evolucionan sus personajes.

Gustave Flaurbet (1821-1880) es el actor con el cual el realismo llegará a su culminación. Para él, la verdad y la belleza van unidas; por eso pone tanto cuidado en la sintaxis y en la elección del vocabulario, y concede tanta importancia a la estructura, logrando la más completa armonía entre e arte y la realidad. Su “Madame Bovary” ha tenido una influencia extraordinaria sobre toda la novelística posterior. Es una novela de amor en la que una burguesa provinciana, con la imaginación exaltada por las lecturas románticas, acabará tras turbias aventuras precipitándose en una desesperación desgarrada que la llevará al suicidio.

La novela naturalista

En 1880, una serie de autores se llamaron a sí mismos “naturalistas”, pero esta corriente literaria se identifica casi íntegramente con la obra de Émily Zola (1840-1902) que dedicó toda su vida a la literatura y al periodismo. Participó con pasión en los acontecimientos políticos de su época y tuvo que exiliarse durante un breve período. Su obra más considerable es “Los RougonMacquart, historia natural y social de una familia bajo el Segundo Imperio”. En este ciclo novelístico, que abarca unos veinte títulos, traza el inventario de la sociedad francesa a partir de un árbol genealógico que afirma la importancia de las relaciones de parentesco y herencia biológica.

EL PARNASIANISMO

Como reacción contra el realismo, en la segunda mitad del siglo XIX surge una corriente lírica que sólo se pone al servicio del arte, dejando de lado lo social y lo político. La expresión más extremada de esta actitud del arte por el arte es el parnasianismo. Estos poetas encontraron su medio de expresión en “La Parnasse contemporain “(El Parnaso contemporáneo). Entre los poetas parnasianos aparece Charles Baudelaire (1821-1867), autor de “Las flores del mal” y el verdadero creador de la lírica moderna.

EL SIMBOLISMO

La generación de poetas franceses que siguen al Baudelaire dará origen al simbolismo. Simbolistas son, en efecto los otros tres grandes poetas franceses

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