Receta del dia

Receta del dia

Del baúl de los recuerdos.

Los caminos de la vida están hechos de momentos. Momentos a veces tristes, a veces felices que según su trascendencia, se transforman en recuerdos que nos acompañan la vida entera.

Ma allá de la necesidad de alimentarnos, el acto de comer suele ser fuente inagotable de recuerdos felices.

A veces, nuestros recuerdos reviven grandes momentos: El almuerzo de los domingos, la cena navideña, la parrillada de ex alumnos, el cebichito del reencuentro.

Otras, agitan nostalgias de infancia: los anticuchos del estadio, el helado del tip top, los churritos de la puerta del colegio, el pollito con papas del rancho

O de adolescencia: el sanguche de pavo del peruanito, la jalea mixta frente a la universidad, el apanado a lo pobre de la carretera.

Momentos felices. Recuerdos que cobran vida cada vez que nos encontramos con aquellos platos que les dieron vida.

Hoy comparto con ustedes una de esas recetas cargadas de recuerdos: La suprema de pollo a la Maryland. Para muchos, un plato que podría sonar a viejo, absurdo, rococo. Para quienes tocamos las campanas de los 40, un enorme baúl de hermosos momentos. El primer beso en la playa, la familia viajando por la carretera, un domingo de verano en el club, la promo toda junta en alguna plaza de armas.

Un plato de aquellos.

La suprema.

Aquí empieza el primer dilema. Pechuga o pierna. Si entra a internet el dilema crecerá aun mas. Mejor dejemos la discusión para otros y asumamos que sea según el gusto de cada uno. A mi me gusta mas con filete de pierna sin piel. Otros la prefieren con pechuga y con el huesito del ala campante.

En ambos casos el procedimiento es el mismo. Estirar pechugas o piernas en filetes cuadrados grandecitos sin el pellejo. Sazonar con sal, pimienta. Pasarlas por un bol lleno de harina. Sacudirlas. Pasarlas por un bol lleno de huevo batido. Pasarlas por un bol de pan molido.

Que pan molido? Les recomiendo no usar ese pan molido de bolsa sino molerlo usted mismo. En una licuadora, pan de molde sin miga y verán que les queda el mejor de los panes molidos.

Apanarlo bien hasta estar seguro que la capa esta bien adherida. A la sartén.

En mantequilla a fuego medio. No margarinas llenas de grasas trans, no aceites vegetales. Mantequilla de pura leche de vaca. No es un capricho mío. Es como lo hacen los maestros de la milanesa. Los vieneses.

Se retiran, se echan unas minimas gotitas de limon.

La cremita de choclo.

picar una cebolla blanca muy muy finita y se suda en mantequilla en una olla. Se añade harina sin preparar y se cocina 5 minutos. Se cocinan choclos tiernos en otra olla. Se añade a la olla de la cebolla, poco a poco, el agua de cocción del choclo. Se bate. Se añade el choclo. Se deja

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