Receta para pastel de felicidad

Receta para pastel de felicidad

Pues ya que está en puerta el día del amor y de la amistad, y junto con el las cenas, las comidas pero sobre todo los regalos, intentemos sorprender a nuestros seres queridos, este recetario nace precisamente para sorprender, les daré una receta de un pastel para que intentemos llevarla a cabo, a y otra cosa esta receta nos sirve para todo el año, para cosas muy importantes en nuestra vida, tanto como si un diabético no se tomara su insulina, tanto como una persona con cáncer no se tomara sus medicinas, de manera que es muy importante para la salud. Si quieres estar sano, lucir fuerte, saludable sigue estos pasos:

Los ingredientes son:

Los recuerdos de toda tu vida, 2 tazas esperanzas, 6 tazas de sonrisas, unas 20 tazas de paciencia, 12 kilos de tolerancia, 1 paquete de justicia, 8 kilos de amor 13 de responsabilidad, 40 kilos de respeto y honestidad, mucha ansiedad, 2 kilos de egoísmo, suficiente rencor, mucha envidia y 20 litros de injusticia.

Preparación

Limpia los recuerdos, quitándoles las partes que estén echadas a perder o que no sirvan, agrégale una pizca de esperanza, hasta formar una pasta suave y dulce. Ponle sonrisas al gusto, ponle mucha paciencia, y tolerancia la necesaria, ponle alrededor justicia, en el centro 6 granos de responsabilidad deja que repose, hasta que doble su tamaño, ponle amor y revuelve con todo el cariño que encuentres,

Aparte, incorpora la comprensión una pizca de locura y la ternura necesaria, Ya una vez que mezcles separa en pedacitos como bollitos, y ponlos en cacerolas,

Puedes agregar a la mezcla anterior dos cucharadas de honestidad y 300 gramos de comunicación para que esta receta te dure para siempre.

En una cazuela aparte, pela y corta en tiras la ansiedad, pica el egoísmo, El rencor aplástalo contra una tabla, la envidia hazla pedacitos, revuélvelas con la injusticia y tíralas a la basura

La primera mezcla hornéala durante toda tu vida en el horno de tu corazón. Disfrútalos siempre con toda tu familia con el sabor de lo nuestro.

Y la otra aléjala de tu vida si quieres ser feliz, tírala a la basura pero siempre estate al pendiente de que cuando la basura se la lleve no te deje ni rastros de ellas, porque solo te hará daño y te impedirá ser feliz.

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