Rechazo e indignación social acerca de la necrofilia

Rechazo e indignación social acerca de la necrofilia

Genera total desagrado el solo pensar el aberrante echo de sentir atracción por un Cadáver. Fuera de las consecuencias detrás de esta situación las cuales son demasiadas, por el rechazo social tal así considerado como un problema mental.

La necrofilia no es un tema que genere mucho interés ya que se considera algo descabelladamente asqueroso. Causando indignación los casos conocidos por la sociedad; siendo así la iglesia la cual más aborde este tema exponiendo los problemas judiciales que pesan sobre esta persona.

Por primera vez se recuenta sobre actos necrofílicos en las primeras dinastías Reino del antiguo Egipto (2060-1788, A.C.). Cuando a través de muchos libros redactados de Egiptología se habla de la profanación de cadáveres por parte de sacerdotes seguidores del Dios Anubis, durante el proceso de embalsamamiento. A mediados del siglo (XVI) En la psicología social analítica de Erich Fromm, se explica el gusto por la violencia y la destrucción, el deseo de matar y la atracción por el suicidio y el sadismo, Ya en (1920) Freud permitió ver la estructura de energías que causan el comportamiento, a las que denominó impulsos y agrupó en dos categorías, el impulso de vida y el de muerte. Siendo en la actualidad un tema de desagrado por las personas comunes los cuales analizando la situación y los motivos por los cuales lo llevaron a esto imparten un castigo apropiado.

En una sociedad con los grandes acontecimientos científicos y procesos justos judiciales los cuales apelan en contra de la necrofilia. sin embargo los necrofilicos luchan demostrando que no le hacen daño al cadáver ya que carece de vida. No obstante entra en juego el papel de la iglesia tachándolo de profanación, y la sociedad haciendo valer el derecho al respeto en parte a los seres queridos, es allí donde la justicia se juega su gran drama dando sentencia firme ante estos enfermos mentales protegiendo el respeto a los falleciendo y a los seres queridos en el caso de los cadáveres, sin destacar la ayuda médica tanto mental como de prevención de enfermedades e infección por parte del acusado.

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