TEMA ACERCA DE EL CONTRATO SOCIAL.

Jean Jacques Rousseau percibió desde su época diversos temas los cuales para la actualidad política son de suma importancia y necesarios, a pesar de que nos encontremos en un contexto completamente diferente al que vivió Rousseau, este se adelanta a las sociedades de hoy en día de modo que fundamenta la democracia participativa como el modelo político ideal para una sociedad, por consiguiente tomo a Rousseau y su concepción del CONTRATO SOCIAL.

Para empezar el autor creyó que el ser humano antes de asociarse y ser un conjunto, vivía donde se le consideraba que era bueno y virtuoso es decir, en un estado natural. No obstante se presenta la consecuencia de que el hombre no podía vivir así por todas las circunstancias que se presentaban así que se ve la necesidad de una asociación la cual nombró “la suma de fuerzas”. Ahora bien, no es posible generar unas nuevas fuerzas sino juntar y guiar las que ya existían para esto los hombres se deben unir a un pacto, por lo que se refiere Rousseau es “Encontrar una forma de asociación capaz de defender y proteger con toda la fuerza común la persona y bienes de cada uno de los asociados; pero de modo que cada uno, uniéndose a todos, solo obedezca a sí mismo, y quede tan libre como antes” (Rousseau, 1762, págs. 15-16) todo esto parece confirmar la existencia de un Contrato Social o Pacto social donde se distinguen tres tipos de libertades: La libertad natural que se pierde cuando ya estamos de acuerdo con el contrato, la libertad civil que es considerada limitada por la voluntad de cada individuo y la libertad moral donde se convierte al hombre en amo de sí mismo.

En relación a lo anterior resulta la creación del estado, el cuerpo político por el cual los individuos de este cuerpo ceden todos sus derechos a la comunidad y desde ese momento la defensa y conservación del cuerpo social dependerá de la voluntad en general la cual se le entrega a la soberanía. En esta idea del contrato social, el soberano es el “cuerpo del pueblo” y está conformado por los particulares que lo componen, quedando claramente argumentada la idea de “la voluntad general”.

Es por esto que para el autor la voluntad general hace referencia al bien colectivo de una sociedad, donde el individuo no se somete a nadie en particular pues este no vende ni da sus derechos a otros individuos sino en favor de la comunidad donde se infiere que el cuerpo moral es cuando el hombre deja su estado natural para convertirse en un ciudadano. A pesar de que podemos apreciar claramente en sociedades actuales una “Voluntad Particular” que se da cuando los “hombres por naturaleza se creen que no son iguales naciendo unos para ser esclavos y otros para esclavizar” (Aristoteles); una concepción muy diferente a la de Rousseau que nos explica las desigualdades como un factor engañoso, inventado por la sociedad aclarando que una vez creada la propiedad privada y el poder, el hombre se hace esclavo de su propio invento con un sistema de gobierno centralizado donde el poder radica en una sola persona que se cree superior por poseer más bienes que otros, sintiéndose dueño de los derechos de los demás.

Como se afirmó el pacto social da al cuerpo político un poder absoluto sobre todos, Rousseau nos dice que cuando cada ciudadano enajena su poder, su libertad y sus bienes por el

contrato social, el soberano es el único juez en cuanto al uso que da la comunidad, sin embargo este no puede imponer a los ciudadanos ninguna clase de cadena inútil para la comunidad.

Hay que mencionar además acerca de la soberanía popular, teniendo en cuenta que el autor afirma que esta es la esencia y finalidad misma del pacto social y de toda su teoría democrática que explica igual participación de todos los ciudadanos respecto a temas del Estado como un mecanismo para garantizar el interés común sobre el interés particular. Estas observaciones resultan de su desconfianza hacia las estructuras de la monarquía puesto que es una forma de gobierno donde todo el poder reside en una persona natural y este sería el único que tendría derecho a disponer de las leyes como un rey o un monarca igualmente haría lo que quisiera con

...