Recuerda usted cuando consiguió su primer empleo, estábamos tan ilusionados que en el primer día de trabajo, esperamos con ansia las instrucciones del patrón

Recuerda usted cuando consiguió su primer empleo, estábamos tan ilusionados que en el primer día de trabajo, esperamos con ansia las instrucciones del patrón.

Estábamos esperando cual sería nuestra primera tarea, y nos la tomamos muy enserio, ya que queríamos dar lo mejor de nosotros.

De modo similar, los cristianos podemos considerarnos nuevos trabajadores. La primera comisión o tarea que hemos recibido es la siguiente (1 Tesalonicenses 2:4) declarar las buenas nuevas del Reino.

¿Qué opinamos de esta misión que nos ha encomendado Jehová? Seguramente al igual cuando empezamos a trabajar deseamos efectuarla lo mejor que podamos, con celo. Con, con gozo, si con entusiasmo.

Es cierto que puede ser difícil que mantengamos esa actitud positiva.

Además del ministerio, tenemos otras obligaciones que nos someten a tensión física y emocional.

Como cuidar y mantener a la familia, la vejez, las enfermedades, el trabajo, cosas como estas hacen que nos sintamos abrumados o agobiados.

(Lucas 21:34) Las inquietudes de la vida pueden ahogar nuestro celo y aprecio por las actividades teocráticas.

Para tener la actitud debida respecto al ministerio, debemos tener el motivo correcto.

Se ha preguntado ¿Por qué predicamos? Note lo que dice la Palabra de Dios hay encontramos la razón principal (Salmos 145:10-12) predicamos a fin de alabar a Jehová públicamente y santificar su nombre ante toda la humanidad.

Hasta cuando nos escuchan pocas personas, nuestra proclamación fiel del mensaje de salvación trae alabanza a Jehová.

Otra razón por la que predicamos a la gente es por lo que dice (Ezequiel 33:8, Marcos 6:34) por amor a las personas y para no tener culpa de sangre.

Él apóstol Pablo sentía que declarar las buenas nuevas era una deuda que tenía con las personas, leamos juntos (1 Timoteo 2:4) la voluntad de Jehová es que “hombres de toda clase se salven”.

¿Tenemos el mismo pensamiento que el apóstol Pablo? Usted tiene la respuesta

¿Cómo vamos a demostrar que tenemos amor por nuestro prójimo?

(Efesios 5:15, 16) este consejo es aplicable a todos los aspectos de nuestra vida cristiana, nos insta a “comprarnos todo el tiempo oportuno que queda”, lo que significa que tenemos que reducir aquellas actividades que nos supongan una pérdida.

Para de esa manera poder tener una participación completa en la predicación de acuerdo a las circunstancias de cada miembro de la congregación.

Para que podamos encotrar tiempo para las actividades cristianas de tiempo este consejo es aplicable a todos los aspectos de nuestra vida como cristianos dedicados, lo que supone encontrar tiempo para tener una participación completa de acuerdo a las circunstancias de cada miembro de la congregación.

El trabajo más importante que un siervo

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