Refineria de Cartagena

Refinería de Cartagena

La refinería de Cartagena toma historia a partir de 1957, cuando fue inaugurada por International Petroleum Co, luego esta pasa a manos de Ecopetrol en 1974, fue a partir de 2001 que nace la idea de ampliar su productividad. Al paso del tiempo esta idea toma forma en 2006, cuando entra la firma de origen suizo Glencore, después de tres años de haberse ganado el contrato y comprometido a aumentar la capacidad de refinación de 80 mil a 160 mil barriles diarios,  esta se retira. Por falta de recursos, no podría finalizar el proyecto. Ecopetrol tuvo que recomprar la participación del 51% que vendió años atrás y es cuando aparece la firma norteamericana Chicago Bridge & Iron Company (CB&I), especializada en la construcción de obras de infraestructura energética, y empezaron más desajustes.

No obstante, el proyecto se encontraba evaluado en US$4.000 millones que contempla la construcción de una nueva refinería y la renovación de la existente, buscando así a plenitud aumentar en un 100% su producción, pero esto no ocurrió así se inicia a finales de 2007 y supuestamente entraría a operación en el segundo semestre del 2012 por lo cual esto no paso, ella entra en operación a finales del 2015 y desde entonces, a través de permanentes modificaciones, se fueron sumando múltiples otras, y quedó en evidencia la errónea planeación contractual con un sobrecosto de US$5.000 millones repartidos entre US$3.000 millones en la banca internacional y de US$2.000 millones con Ecopetrol.

Sin embargo, todavía no se puede cuantificar si esta es la totalidad de la perdida porque se encuentra otra serie de irregularidades que se dieron en las distintas auditorias que se vienen realizando desde el 2010, que arrojaron anomalías como lo son los altos precios de los andamios, la inutilización de tornillos de estabilización, los sobrecostos por la compra y venta de una planta de hidrógeno, la existencia de máquinas remarcadas o la indebida facturación de elementos por parte de Reficar y CB&I, aspectos ambientales, excedencia en los contractos y administraciones, pagos elevados de dichos contratos, entre otros. Cabe resaltar que ya el gobierno estaba enterado de la situación que se venía presentando con Reficar y CB&I, pero como estamos en un país de ingenuos y corruptos que pasan por alto este tipo de caso con el tiempo los organismo de control como lo son la Fiscalía, Procuraduría, Contraloría y Supersociedades empezaron a hacer investigaciones sobre ¿Por qué se generó el sobrecosto en Reficar?,  donde actualmente se mantiene una investigación abierta a todo el personal que hizo parte de este proyecto, además de buscar información digital que brinden pesquisa de lo que en realidad paso con este dinero; estas investigaciones han llegado al campo político, económica y jurídico que con el tiempo traerán repercusiones.

Además el gerente actual, Reyes Reinoso, asegura que las utilidades a obtenerse, cuando opere a toda capacidad Reficar, serán suficientes para pagar las deudas y que en 13 años será una empresa rentable.

Se puede concluir que ya el gobierno se encontraba sabido de dicha situación y espero a que personas corruptas siguieran obteniendo beneficios y por ende seguir un monopolio que viene de muchas administraciones atrás no solamente con este proyecto sino con muchos más. Es claro que los entes de  control no ejercieron ningún control sobre esta contratación pública que ya está dando mucho de qué hablar. Además no fue la mejor decisión escoger esta firma para realizar el proyecto.

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