Reflexiones De La Reforma Laboral

En México desde hace mas de 40 años no se había hecho reforma alguna a la ley federal del trabajo, el nuevo contexto de globalización del mercado y la producción, la modernización de los procesos productivos, la necesidad de proporcionar mayor confianza a los inversionistas y elevar la productividad y la calidad, la crisis económica, el desempleo y la desigualdad laboral, la creciente globalización y la tecnología, hacen que las condiciones de trabajo se modifiquen de una forma sumamente acelerada.

Desde los años de 1988 se inició un debate que no termina aún, acerca de la necesidad de flexibilizar la ley laboral y que se ha intensificado después de la entrada en vigor del NAFTA (tratado de libre comercio de América del norte), las propuestas iniciales comprendían tres aspectos importantes de la flexibilidad del trabajo, que proponía revisar el concepto de indemnización por despido, simplificar el retiro del trabajador y el concepto de salario caído, así como replantar el proceso de rescisión del contrato. En la funcional se planteaba flexibilizar la jornada de trabajo, establecer comisiones de productividad y en lo salarial replantear el concepto de salario remunerador y poner el salario en función de la productividad y de las condiciones económicas de cada empresa, reformular la idea de prestación económica y ponerla en función de las capacidades de cada empresa, así como implantar el salario por hora, pero lo máximo que se logro fue que en 1989, se hiciera una consulta popular acerca de las posturas antes tales propuestas. Desde ese año a la fecha, periódicamente los empresarios han reclamado una nueva ley federal del trabajo y los sindicatos se han dividido entre los que se oponen a toda modificación y a los que acepten modificaciones que afecten sus “derechos adquiridos”.

Entre mayo de 1990 y 1992 el estado ya no insistió en la reforma y los empresarios por el contario siguieron declarando la necesidad de cambiarla

En 1996 la negociación se reinicio con el reconocimiento de la necesidad de una cultura laboral, y fue así como el partido de Acción Nacional (PAN), presento su iniciativa de reforma, la cual consideraba la flexibilidad del trabajo mediante tres formas clásicas; la flexibilidad numérica es decir, la capacidad de las empresas para emplear o desemplear de acuerdo con las necesidades de la producción. En este sentido se introducían las nociones de contrato de aprendizaje con su período de prueba; se flexibilizaba la terminación de la relación laboral con la inclusión de una prima de antigüedad, independientemente de la causa de la terminación que substituía a los 20 días por año más los tres meses de salario y a la anterior prima de antigüedad de 12 días de salario por año; flexibilizaba el trabajo discontinuo; y reglamentaba el empleo de subcontratistas. En cuanto a la flexibilidad interna, se

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