Reglamento Ley 7600 Costa Rica
Enviado por ksaires • 13 de Noviembre de 2014 • 456 Palabras (2 Páginas) • 471 Visitas
1. AutoBibliografía Adolecencia.
Me parece que mi adolescencia transcurrió normalmente, dentro de lo que cabe; siendo la mayor de seis hermanos tenía muchas obligaciones en casa, mucha responsabilidad estudiantil, ya sabes “eres la mayor, tus hermanos y hermanas aprenderán de ti y deberás dar el ejemplo”.
Mi familia numerosa y de pocas posibilidades económicas como lo muestra la inclinación social, era una familia bastante bulliciosa y unida.Poco salíamos a pasear, pocos gustos materiales nos podían ofrecer nuestros padres, pero ahí estábamos juntos, en casa, celebrando las ocasiones especiales y las no tan especiales de la vida.
Mis recuerdos más plasmados son cuando dejando poco la época de la niñez comencé a necesitar compañía diferente en chicos y chicas de mi edad con mis mismos pensamientos, mis mismos gustos por la música, personas con quien hablar y pasar el tiempo para aprender algo diferente a los juegos con mis hermanos.
Poco a poco los cambios de carácter, los altibajos de temperamento, las ideas nuevas, nuevos y diferentes intereses, los grandes cambios físicos…en fin al descubrir de un nuevo mundo al que se quiere y se hace lo posible por encajar empezando por soñar despierto.
Ese momento de la vida en que no sabes quién eres y adónde vas exactamente, ese momento que estas tan cerca pero tan lejos de tu familia, intentas encajar y no encajas en casi ninguna parte si no encuentras iguales, y esos iguales son amigos en la misma situación.
La manera en que crees que casi nadie te entiende, que los adultos te ignoran y te sientes imposibilitado para surgir, simplemente porque no es el momento.
No eres ni niño de cuidar ni adulto de descuidar, esa brevedad confusa pero determinante en la vida.
Todo esto mientras conllevas a espaldas la responsabilidad estudiantil del colegio, mientras piensas ¿por qué estudió esto?, ¿para qué?, ¿ni yo sé que quiero?, mis intereses actuales están muy lejanos a lo que aprendo.
Salía poco, mi diversión era pasar horas y horas sin hacer nada con mis amigos, escudriñando nuevos temas en largas charlas motivadas más por deseos que por fundamentos.
El enamoramiento se hizo presente cada que un nuevo chico me miraba bonito, esos amores imposibles como imaginario, que solo yo sabía y no compartía (mis padres no me dejaban tener novio) pero que tenían la capacidad de hacer feliz o sufrir.
Ese sentimiento de querer huir, de ser solo yo y una vida independiente donde nadir frustre mis decisiones, ese deseo de compañía y a la vez ser solo yo. Frio y caliente, la búsqueda de quien era.
Ese es mi recuerdo más notorio de la adolescencia, ese querer descubrir quién eres, que eres capaz de hacer y hasta donde puedes llegar, pero empañado por una fuerte prisa que te lleva a tomar actitudes y decisiones precipitadas.
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