Reintegracion
Enviado por 160213 • 4 de Marzo de 2014 • 2.602 Palabras (11 Páginas) • 304 Visitas
La reintegración social es una adaptación al mundo de un individuo que poseía algún vicio o trastorno respecto a la sociedad, que le impedía convivir de forma normal con el resto de seres humanos, pero el cual ha sido eliminado y ha permitido el individuo reincorporarse a la sociedad. Más concretamente, en cuanto a la reintegración social de ex presidiarios, hay una gran diversidad de opiniones que dependen de los valores éticos que tengamos cada uno de nosotros. Dependiendo de estos, formulamos una opinión y una serie de pensamientos respecto a este tema.
A. ¿Qué es la (re)integración social?
La integración social se refiere al proceso de integrarse social y psicológicamente en el entorno
social.
Desde sus orígenes el hombre existe y coexiste en colectividad, ya desde los grupos nómadas de recolectores y cazadores, hasta las sofisticadas y complejas interrelaciones en los grupos contemporáneos, ya sean nómadas o sedentarios. Sin embargo ha existido siempre la disyuntiva entre ¿quién o qué conforma a la sociedad o es ésta colectividad la que determina al individuo?, las respuestas han variado según el devenir histórico y social, desde las posiciones filosóficas, psicológicas, económicas, políticas y por supuesto sociológicas. La intención del presente trabajo no es hacer una recapitulación exhaustiva, sino acercarnos a dos teóricos relevantes, uno de nacionalidad francesa y otro alemana.
El objetivo de este breve artículo es hacer una conexión valorativa-interpretativa entre Jurgen Habermas y Michel Foucault, tratando de encontrar disonancias y semejanzas en sus planteamientos teórico-metodológicos, bajo la perspectiva que estos autores tienen sobre la relación que guardan el individuo con la sociedad; todo lo anterior en un tono introductorio, abriendo el interés y las posibles discusiones futuras sobre el mismo.
En la primera parte hago un análisis de la teoría de Habermas y Foucault por separado; en la segunda efectúo una comparación entre ambos y finalmente en la tercera parte, intento presentar algunas apreciaciones finales sobre los autores y el alcance de sus posturas para nuestra sociedad.
1. - Jurgen Habermas
Su postura con respecto al mundo, la sociedad y el individuo puede considerarse como optimista, en contraposición a la tradición pesimista frankfurtiana: Adorno, Horkheimer, entre otros.
Habermas conceptualiza la sociedad, ya no sólo como dominada por la razón de acuerdo a fines[1] o racionalidad teleológica, ni con valores predominantes como el valor de la ciencia, el valor de la moral y el valor de la religión; para él, la sociedad es una integración de valores y la “razón pura” por medio de la comunicación, que es lo que utiliza para lograr dicha integración.
Habermas parte de tres concepciones teóricas, una evolución social, donde describe la historia como un devenir de la especie humana, como un proceso evolutivo continuo; asimismo le da a la acción social una corporeidad, el cuerpo-sujeto-humano pierde importancia; en cuanto al concepto de sistema lo plantea como sistema social trans-subjetivo de procesos de aprendizaje en crecimiento, con lo anterior el sujeto es cambiado por una estructura que esta más allá de la subjetividad, proponiéndolo como una situación de comunicación.
Dentro de la sociedad, concibe dos formas de acción social:
1) La acción comunicativa
2) La acción de acuerdo a fines u orientada al éxito.
En cuanto a la segunda es concebida como aquella acción que hace uso maniqueo de las circunstancias para sacar ventaja, oprimir. Una acción netamente anti-diálogo y donde el dominio es la excelencia representativa.
Respecto a la acción social con lógica comunicativa se presenta cuando los actores interaccionan en un proceso de entendimiento sobre metas comunes y compartidas, concibiendo para ello, el entendimiento como un acuerdo sobre alguna afirmación, dentro de tres dimensiones:
1) Cognitiva, en la que la rectitud de una propuesta puede ser probada objetivamente;
2) Moral, donde las propuestas se realizan sobre la base de las normas establecidas y,
3) Psicológica donde las afirmaciones son valores por la persona a partir de sus circunstancias internas.
A partir de lo anterior, la manipulación, la conquista, el engaño son vistos como “estructuras de comunicación distorsionadas”[2]. Por otro lado, metodológicamente establece la sociedad en dos niveles:
1) sistema
2) Mundo de vida.
Primero, qué entiende por mundo de vida. Presenta varios significados, se refiere al saber de fondo sobre el que se sustenta normalidad de una “situación de habla”[3]; es también el lugar donde interactúan los hablantes, asimismo es la comprensión de lo que nos es propio y lo que nos es extraño, o sea la vida cotidiana. Es en el mundo de vida donde se desarrolla la acción comunicativa a partir del acto de habla, a su vez el mundo de vida se articula en tres esferas:
1) cultura
2) sociedad
3) personalidad
Con ello vemos que Habermas concibe al sujeto como personalidad, como agentes capaces de lenguaje y acción[4], lo que conlleva que el cambio se da como un proceso evolutivo.
Segundo, el sistema como sociedad, incluye los aspectos del dinero, la lógica de la acumulación de capital, la racionalidad burocrática, en sí, lo económico-administrativo.
Habermas menciona que el sistema coloniza al mundo de vida, y es precisamente a partir de esto que plantea a la acción comunicativa como una meta de la sociedad, donde el sujeto (personalidad) es auto-crítico y que puede abstraerse de la acción estratégica (poder-manipulación), todo ello a partir de la racionalidad comunicativa, donde la interacción simbólica se dé partiendo de la buena fe de los hablantes, de la comprensión y entendimiento de las actitudes y símbolos de los mismos, buscando finalmente el consenso. Su método para lograrlo es la dialógica y una doble hermenéutica. Tal como lo menciona Freire “el diálogo es el encuentro amoroso de los hombres que, mediatizados por el mundo, se “pronuncian”, esto es, lo transforman y, transformándolo, lo humanizan, para la humanización de todos...No hay ni puede haber invasión cultural dialógica, manipulación y dialógica son términos excluyentes”.[5]
2. - Michel Foucault
Foucault parte del análisis de la historia, pero no desde el punto de vista tradicional, sino hace un análisis de las discontinuidades[6] de la misma, haciendo historia del presente, buscando una contraposición
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