Relaciones Sexuales
Enviado por paooola.maria • 11 de Julio de 2013 • 1.001 Palabras (5 Páginas) • 254 Visitas
Las dos principales posturas del sexo tántrico
Cuando hablamos de las posturas del sexo tántrico nos referimos al tipo de sexo lento, basado en sensaciones placenteras que provienen de diferentes masajes sensuales realizados con paciencia permitiendo aumentar el deseo sexual y retrasar el orgasmo.
A continuación te detallamos las dos posturas principales del sexo tántrico.
Fusión
En esta postura del sexo tántrico, el hombre se coloca sentado con las rodillas estiradas y apoya el peso de su espalda sobre sus manos con una inclinación de 45°. La mujer se coloca sentada frente al hombre con las rodillas semi-flexionadas y apoyando el peso de su espalda sobre sus codos.
De esta forma, ambos integrantes no tienen posibilidades de realizarse caricias por lo que el placer se centrará en la penetración explícitamente la cual se hará con movimientos suaves y controlados para dilatar el orgasmo. Esta es una excelente postura del sexo tántrico.
De esta y todas las posturas existen variaciones. Centrándonos en esta postura específica podemos analizar la variante de que el hombre se acueste boca arriba y la mujer se siente de rodillas con ambas piernas situadas junto a la cadera del hombre. En esta postura del sexo tántrico será la mujer quién tenga el control del orgasmo.
Misionero
Esta postura del sexo tántrico es la más clásica pero no menos placentera. La mujer se coloca acostada boca arriba mientras que el hombre se acuesta sobre ella boca abajo. En este caso, el control total del orgasmo los tiene el hombre y es por ello que permite dilatar el momento final.
En el momento en que ya se siente que pronto eyaculará se debe interrumpir la penetración para pasar a realizar mimos y caricias que permitan mantener o aumentar la excitación sin enfocarse completamente en el orgasmo.
Además de las posturas mencionadas, existen otras posturas del sexo tántrico que derivan de diferentes análisis de yoga que permiten explorar distintas sensaciones placenteras que no estén completamente ligadas a lo sexual sino que permiten obtener placer mediante masajes sensuales y demás caricias realizadas “sin prisa”.
Coitocentrismo
¿Es necesario el coito para poder disfrutar de una relación sexual?, ¿qué papel juegan otras prácticas a la hora de sentir placer?
El Coitocentrismo podría definirse como la tendencia a necesitar la práctica del coito durante las relaciones sexuales para que puedan percibirse como relaciones plenas y satisfactorias.
Esta tendencia supone una serie de concepciones sobre la sexualidad no del todo correctas.
1. Considera el coito (penetración) como lo más importante de las relaciones sexuales.
2. No se consideran relaciones sexuales, las prácticas donde no se haya producido coito.
3. Se subestiman el resto de prácticas sexuales, tales como el sexo oral o manual, no considerándose prácticas completas o satisfactorias en sí mismas.
4. El fin de la sexualidad es conseguir llegar al orgasmo a través del coito.
Genitalidad y sexualidad
Otro concepto muy relacionado con el de coitocentrismo sería el degenitalidad, este hace referencia al uso imprescindible de los genitales en las relaciones sexuales, entendiendo éstas como incompletas si no han intervenido estos órganos.
Para que haya
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