Relatoria Fernando Savater

En esta relatoría se va a presentar el punto de vista de Fernando Savater, articulando las tesis de cada uno de los capítulos cuatro, cinco y seis en una sola tesis, concreta y subjetiva, desarrollándola y sustentándola a lo largo del texto por medio de diferentes argumentos para que el lector comprenda y entienda lo que quiere transmitir por medio de sus ideas, y para finalizar se presentaran la conclusión del autor, y otra propuesta por mi persona, en la cual hablara sobre lo que se logró inferir a partir de la lectura realizada.

El ser humano, al ser un ser social, debe entender y poner en practica la ética  ya que vive en una sociedad en donde cada persona es única e irremplazable, siendo lo más importante dentro de esto que es la relación con el otro que de una u otra forma hacen parte del mundo, y que dependiendo de sus decisiones respecto a la libertad, lo conduce a acertar o equivocarse en la elecciones que hace para lograr darse la buena vida (humana).

Cabe reconocer que el hombre está condenado a la libertad, en decidir que hace o no con ella: ese mismo libre albedrio de hacer lo que uno quiere; no obstante no se le puede confundir con los caprichos del hacer lo primero que le apetece, la libertad es pensar bien lo que conviene y decidir en consecuencia. Entonces ¿qué es lo que en se desea?, pues vivir la buena vida, y no cualquier buena vida sino la buena vida humana que consiste en tener relaciones con los otros seres humanos^[1]; no darse una buena vida no se limita a satisfacer deseos momentáneos, comúnmente llevados por el temor a la muerte direcciona a dedicarse a cosas simples; ni tampoco  es desear todo si el costo de ello es pasar a llevar a quien sea porque necesitamos del cariño y afección que solo otros humanos pueden ofrecernos.

No obstante existen aquellos que no quieren nada y todo les da igual, los que creen que lo quieren todo, los que no saben lo que quieren y tampoco se molestan en averiguarlo, otros que tienen claro lo que quieren pero no tienen las intenciones de hacerlo hoy y por último los que desean las cosas con tanta fuerza y veracidad, pero por conseguirlas se engañan a si mismos y confunden la buena vida con lo que destroza; todos estos entran en la categoría de imbéciles. No en el imbécil de tonto, que sabe pocas cosas, no entender las materias básicas del estudio humano ser incapaz de aprenderse lo que le ordenan, ser imbécil- en este caso- es ser alguien necesito de un bastón moral para poder caminar y levantar su ánimo: es un debilucho moral que necesita apoyarse en las cosas ajenas, y sin darse cuenta se fastidian a sí mismos por sus actitudes y no consiguen llegar a la buena vida. Por otro lado el pensar en uno mismo lleva al hombre a perderse inclusive a sí mismo, obtener las cosas a cualquier costa, por su propio bienestar. Para no caer en estas situaciones, se debe aprender a poseer consciencia, conciencia que no todo da igual, en que si lo que se hace, es lo que realmente se quiere y por sobretodo renunciar a la excusas para renunciar a la libertad y las consecuencias de las decisiones que tomamos sobre esta, mas no atribuírselos a otros, sino de reconocer lo que se hizo mal y hacerse responsable de los actos.

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