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Remedio Caseros


Enviado por   •  26 de Noviembre de 2014  •  5.868 Palabras (24 Páginas)  •  144 Visitas

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• DOS REMEDIOS PARA MEJORAR EL CABELLO:

1- EL PETROLEO CRUDO,

debes ponértelo en el cuero cabelludo por dos o tres horas,luego te lo sacas y no te imaginas las maravillas que hará en tu cabello, lo nutre, lo fortalece, lo suaviza y nutre el cuero cabelludo para que no se caiga el cabello.

2- EMULSION DE SCOTT. ACEITE HIGADO DE BACALAO

y este es usado por las personas que han pasado por quimiterapias para recuperar el cabello perdido), es aplicarte emulsion de scott en el cuero cabelludo una vez por semana, dejarlo actuar dos horas y lavar.

el aceite de higado de bacalao estimula el crecimiento de nuevo cabello donde alguna vez hubo

Fitoterapia

1. Conservación de las hierbas medicinales

2. Recolección

3. Secado y almacenaje

4. Preparados y aplicaciones

5. Posología

6. Botiquín de hierbas - Materiales básicos

7. Terminologia

Consejos para la mejor conservación de las hierbas medicinales

Todas las plantas aromáticas, culinarias y las medicinales de que disponemos, no han sido irradiadas, ni tratadas con productos químicos, por lo que son susceptibles al deterioro en épocas de calor y humedad excesiva. Aconsejamos guardar las plantas y los alimentos de agricultura ecológica en un lugar fresco y seco. A ser posible durante los meses de excesivo calor guardarlos en la nevera.

Los principios activos

Las plantas medicinales deben su acción a ciertos componentes denominados principios activos. Curiosamente, en muchos casos estos principios activos son metabólicos secundarios de las plantas, es decir, sustancias aparentemente importantes para la planta y que en muchos casos se consideran como desechos metabólicos. Desde que se empezaron a utilizar las plantas medicinales, los científicos ha intentado descubrir cuales eran los componentes responsables de sus propiedades curativas. Por lo general, en una planta hay unos principios activos que podríamos denominar “principales”, que son los responsables de la acción más importante y otros principios activos que se pueden considerar como secundarios, que actúan como coadyuvantes en unos casos o como moduladores de la acción en otros. Ello hace que la actividad terapéutica que se obtiene empleando el fitocomplejo sea en la mayor parte de los casos, muy distinta de la que se obtiene empleando un principio activo aisladamente.

Muchos de los principios son sumadamente complejos y ocasionalmente, aún se desconocen la naturaleza química; otros han sido aislados, purificados e incluso sintetizados o imitados. Por lo general, pertenecen a una de estas seis categorías:

• Alcaloides: muy activas. La mayoría son tóxicas: tabaco, hierba mora, etc.

• Glúcidos: azúcares, sacáridos y heterópsidos.

• Aceites esenciales: compuestos terpénicos. Mayoritariamente son antisépticos: tomillo, lavanda, etc.

• Gomas y resinas : polisacáridos: resina de pino, etc.

• Aceites grasos: aceite de frutos y semillas con glicéridos y vitaminas: aceite de ricino, de maíz, etc.

• Sustancias antibióticas

Los investigadores han dividido estos compuestos sintetizados en dos grandes grupos: los denominados compuestos primarios, realizadas en la primera etapa biosintética (metabolismo primario) y un segundo elaborado a partir de los compuestos del metabolismo primario, conocidas como sustancias del metabolismo secundario.

Recolección de las plantas medicinales

Elegiremos las plantas que necesitamos según nuestras afecciones más comunes; digestivas, laxantes, antibióticas, vulnerarias, etc. Serán plantas que abunden en nuestra comarca, sabremos identificarlas y nos aseguraremos que no estén en peligro de extinción o protegidas por la ley.

La recolección deberá cubrir las necesidades domesticas del recolector y sus amigos. No sería razonable recoger plantas que nunca utilizaremos, ni mucho menos plantas muy tóxicas y de difícil dosificación por tener principios activos tóxicos.

Si son plantas que vamos a usar mucho y frescas se pueden cultivar en macetas o parterres.

No agotaremos la planta. Permitiremos que vuelva a rebrotar o dejando a su alrededor ejemplares enteros. Así aseguramos su continuidad. Elegiremos lugares limpios, donde no pasen coches, lugares que no echen basuras, ni que echen herbicida, insecticida o abonos químicos.

Las transportaremos en capazos que sean de esparto, mimbre o palmito, ya que son transpirables, siendo conveniente no mezclar las plantas recogidas, por si acaso hubiera alguna de tóxica. Se pueden cortar con las manos, tijeras o cuarzos, prestando atención y pidiendo permiso a la planta. Algunos recolectores suelen dejar alguna ofrenda a la planta como flores, en señal de agradecimiento. Antes de recoger las plantas es importante estar relajados y en calma.

Hay que coger las plantas en días soleados, y según su parte variará por la mañana o por la tarde. Teniendo en cuenta la estación y ciclo de la planta en cuestión.

Época y partes en la recolección

Antiguamente la gente de campo, tenían gran fe en la influencia de la luna y los astros para la recolección de las plantas. Es importante elaborar el calendario de floración de las plantas que queremos recoger, ya que muchas aparecen en unas estaciones y desaparecen en las siguientes. Las plantas perennes o que viven muchos años, también tienen su época precisa, según la parte que vamos a recoger.

Raíces; se recogen antes de su floración o cuando la planta haya florecido. Las raíces se recogen desde el otoño hasta a finales de invierno. Es mejor que se recojan por la tarde y en la luna menguante.

Cortezas; se recogen en otoño o a principios de primavera, normalmente cogeremos cortezas de 2 años, ya que son más activas.

Flores; han de ser recogidas antes de ser polinizadas por las abejas o el viento, justo al abrirse. Las flores si no están polinizadas desprenden aroma, también ha de ser un día soleado, ya que muchas si está nublado no se abren por lo tanto no están tan activas. Es mejor en luna creciente.

Hojas; se recogen en la luna creciente, hacia el mediodía, ya que están secas y siempre antes de que la planta eche flores.

Frutos y semillas; se recogen cuando están totalmente maduros, normalmente a principios de verano o a finales de éste dependiendo de la planta. Mejor días soleados, en luna llena. En la fase menguante se conservan mejor.

Yemas; se recogen a finales de invierno y a principios de primavera, época cuando la savia sube a las yemas.

Por regla general las hojas y flores se recogen por la mañana, después de evaporarse el rocío. En cambio las raíces y cortezas al atardecer. Es mejor recogerlas después de unos días

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