Reporte de Lectura Semiótica de la Arquitectura

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Reporte de Lectura

Semiótica de la Arquitectura

03/05/2019

“Globalización Y Anarquía Formal En La Arquitectura: Producto De Un Vacío Teórico”

El texto en cuestión es una lectura que invita a la reflexión sobre la enseñanza en la actualidad de la arquitectura, pero sobre todo y en líneas generales sobre el quehacer del arquitecto sobre un objeto arquitectónico y el papel social que la profesión demanda.

Sobre la decadencia o crisis de la profesión, se señala en el texto que la globalización es participe de la construcción homogénea de arquitectura alrededor del mundo, deslindada de todo contexto en el que se encuentra; yo creo que la globalización es un medio de, pues es en el arquitecto donde residen las convicciones y por tal es el permisor, causante y víctima de sus propias acciones. A razón de la globalización y su práctica se pierde el contacto de las ciudades y comunidades con su herencia cultural, sentido de pertenencia y su apropiación de los objetos.

Dentro del marco de la enseñanza, el estudio de la arquitectura ha pasado por un “teléfono descompuesto” acerca de la utilización de conceptos, distorsionando, inutilizando sus significados y entorpeciendo la generación de criterios. Conceptos como los propuestos por Vitruvio se han degenerado al grado de considerar bello solo lo que cautiva nuestras pupilas y no lo que cautiva el resto de nuestros sentidos y nuestra percepción; se ha desplazado la utilidad y la solución de una necesidad específica del usuario por los caprichos del “arquitecto-artista”, tratando de adaptar la vida del usuario al diseño y no viceversa. Tanto el arte como la arquitectura deben seguir líneas, criterios y fundamentos para poder ser considerados como tal, sin ellos caemos en círculos viciosos anárquicos y pierde todo sentido el quehacer tan noble que tiene la arquitectura como objeto, el de servir de cobijo, invitar a la introspección, brindar paz y seguridad a los usuarios.

El consumismo como parte de la globalización se gesta en la introducción de modas y extravagancias a los mercados, enajenando y generando un rechazo por lo cultural. Esto desemboca en una cultura de insatisfacción, siempre en busca de “algo más” dando como resultado una caída hacia los excesos, siempre con vacíos que llenar. Dentro del ámbito de la arquitectura el consumismo se da en la importación de modelos y lenguajes basados en el exceso, lo burdo, incongruencias y despilfarros monetarios. Mucho de este exceso se ve reflejado en la ornamentación de las edificaciones, ornamentos que vuelven densos, fastidiosos y cargados de información los espacios y ambientes diseñados. El abrumar los sentidos de un usuario genera en el un repelente a manera de sentir cierta indiferencia hacia las cosas, si bien, causando una capacidad de abstracción mayor pero minimizando la carga emocional y perceptiva en las relaciones.

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