Resena ’Los abogados estamos para hacer lo blanco más blanco y lo negro dejarlo asI
Enviado por María José Galindo • 27 de Agosto de 2017 • Monografía • 767 Palabras (4 Páginas) • 207 Visitas
Reporte de lectura.
‘’El alma de la toga’’
Ángel Osorio y Gallardo.
[pic 1]
María José Galindo.
Interpretación y Argumentación.
Prof. Jesús del Castillo Grande.
Universidad de Guadalajara.
‘’Los abogados estamos para hacer lo blanco más blanco y lo negro dejarlo así’’
Vaya expresión, quiero comenzar con ella para así narrar lo que éste libro nos intenta compartir. Es conocido que en nuestros días la profesión de la abogacía ha estado perdiendo aquello que la caracterizaba en un principio, el mundo está tan contaminado de tanta corrupción e impunidad que caemos en la generalización de los actos que algunos cometen, precisamente éste opulento libro nos habla de aquellas características que un abogado debe poseer, y hago resalte en tal nombramiento puesto que muchos podrán ser licenciados en derecho pero no abogados. ¿Qué es pues aquello que diferencia a un abogado y un licenciado en derecho?
Fácil, Osorio nos comparte el perfil de un buen abogado. Éste es aquel quien dedica su vida a dar consejos jurídicos y pedir justicia en el tribunal, aquel quien es entregado, prudente, y posee una pericia para la lógica jurídica complementado estas características con la posesión de facilidad para la oratoria y narración de hechos. El abogado es también aquel quien confía en sí mismo y en su fuerza interior, puesto que aunque él busca la justicia esta muchas veces no se encuentra en el derecho positivo, siendo así la justicia más bien una interpretación de los hechos diarios y la sensación que esta causa. La abogacía no se cimienta en la lucidez del ingenio sino en la rectitud de la conciencia, para ser abogados primero hay que ser humanos, un humano que siente, que defiende ideales y principios pero siempre con la clase que a éste caracteriza.
La clase del abogado va más allá de la apariencia física, en la clase encontramos aquella perspicacia combinada con prudencia, las ganas de renunciar a los intereses propios para así comenzar a ver por otra persona que nos cede la confianza para disputar sus intereses jurídicos.
El cliente nos otorga aquel supuesto por lo que a un buen abogado le corresponde tener la serenidad en todo momento de la acción, está en nuestras manos ser personas con moral que a nuestros clientes inspire la credulidad de una vez en proceso seremos quienes pongan todo a disposición de ver ganado el juicio.
Osorio toca una parte de suma importancia, habla de defender hechos en que nosotros creamos, es decir, deberíamos siempre buscar casos análogos a nuestros ideales como personas para que sea más fácil exponer nuestro sentimiento de justicia con sencillez e ingenuidad ante el juez que ha de juzgar la verdad jurídica.
La sencillez es notoria ante el juez, Osorio contempla que los hechos jurídicos que expongamos ante él van a tener más posibilidad de comprensión y de apoyo.
Ser abogado no se trata de retorcer los hechos para que litigante contrario se vea desfavorecido, se trata de ser equitativo y utilizar los conceptos que creamos convenientes.
...