Reseña de fabricantes de miseria
Enviado por Betty Hernándz • 30 de Octubre de 2017 • Reseña • 1.714 Palabras (7 Páginas) • 295 Visitas
TECNOLÓGICO DE ESTUDIOS SUPERIORES DEL ORIENTE DEL ESTADO DE MÉXICO.[pic 1][pic 2]
TESOEM.
Carrera:
Contaduría publica
Materia:
Alternativas de inversión y financiamiento
Tema:
Reseña de fabricantes de miseria
Profesora:
Rosa Alejandra López López
Grupo:
7C21
Alumna:
Beatriz Hernandez Rico
Fecha:
09-octubre-2017
Reseña.
FABRICANTES DE MISERIA (1998)
Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Álvaro Vargas Llosa
Este libro trata de las ideas y de las actitudes que mantienen en la miseria a grandes multitudes latinoamericanas y algunos de los soberbios españoles, de los intelectuales que desprecian o maldicen los hábitos de consumo en los que suelen vivir.
Los datos estadísticos resultan penosos. Desde 1970 el número de pobres se ha duplicado en Iberoamérica. Hoy puede hablarse de más de 200 millones, lo cual comprende un 45 por ciento de la población. A comienzos de los 50 la renta per cápita española estaba por debajo de la de Argentina, Chile, Uruguay, Cuba, Venezuela y Puerto Rico. En el 98, España casi duplicaba la renta de Argentina, el país americano más rico al sur de EE. UU. De la endémica violencia en los países iberoamericanos, recordar que los asesinatos en Colombia rondan los 26, 000 cada año. ¿Qué pasa en Iberoamérica? Para los autores de este libro, tres profundos conocedores de la realidad americana, la pregunta tiene una respuesta que puede marcar un cambio sociopolítico.
La pobreza de algunos pueblos latinoamericano se explica también por su cultura, es decir, por ser países donde la palabra no vale por su acepción real sino por su simbolismo, por lo se quiere que diga o signifique, más que por lo que en sí misma dice o significa.
Para nosotros la palabra no es un vehículo transmisor de ideas o de conceptos, no la usamos para la comunicación directa y sincera, sino para simular el diálogo, cuando no para ocultar o disimular nuestras verdaderas intenciones o convicciones. Esto es así, además, porque en nuestras relaciones no rige el criterio de la buena fe, común en otros pueblos, que hace posible el verdadero entendimiento entre las personas, sino la desconfianza y la mala fe.
En otros lugares cuando alguien promete fabricar un traje azul, es un traje a azul el que entrega, no un traje celeste, como es común entre nosotros los latinos.
Y esta falta de buena fe y de conciencia sobre el valor de las palabras es una disciplina o habito que impide que la comunicación fluya de manera directa para bien de la sociedad, es decir, que aliente el trabajo productivo, un fenómeno que se basa en la confianza mutua y la comunicación apropiada.
De ahí que tampoco nos preocupa mucho si los valores democráticos son debidamente entendidos y asumidos por la sociedad en su conjunto (políticos y pueblo) Que la autoridad abuse del poder no es un problema mientras no nos afecte directamente.
Si a los demás se los llevan presos por rebelarse políticamente, poco nos importa. No se ve en la violación de los principios democráticos nada grave porque no se percibe el fondo del asunto; que en una Democracia eso no debe pasar jamás.
LOS POLÍTICOS
Son nuestros fabricantes de miseria por decisión del pueblo. Quizá por ser los más visibles de todos nuestros ciudadanos. Ser político, en nuestros días, es ser el payaso de los circos y teatros. Claro que hay decenas de excepciones. salieron de la presidencia con un dólar más de los que tenían cuando la recibieron. La imagen generalizada la que la sociedad mayoritariamente sustenta, es la del político corrompido que promete villas y castillos, acaba alzándose con el santo y la limosna.
El político al que no le interesa el dinero o el lujo, se coloca más allá del bien y del mal, pero tolera y hasta estimula la corrupción de sus subordinados. Los políticos y funcionarios arriban a la cima del poder para saquearlo o también quieren un seguro puesto de trabajo para ellos o para sus parientes, porque la noción del neutralismo no existe. Aquí no hay víctimas y victimarios, sino un triste sistema de complicidades en el que los méritos personales suelen tener menos calado que los enchufes y las palancas.
Los pueblos subdesarrollados, donde todos saben hacer lo mismo, el trabajo vale muy poco, la competencia por un empleo es feroz, desaparecen las oportunidades, y solo queda una tabla de salvación: el sector público, aquellos que son un ejército de ignorantes y que trabajan de a poco.
Y en mi opinión los políticos siempre ven por su bien nunca serán neutrales siempre piensan y pensaran que con prometer y no cumplir, jugando con las ilusiones de las personas pueden llegar a la cima o lo más alto del poder llenando sus bolsillos con el dinero de las personas y olvidándose de todo lo que el pueblo necesita cuando salen del poder quieren que su partido siga en el poder.
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