Respeto a los pasos peatonales en la zona de ciudad judicial en Puebla

Cuadro mental de un problema social: Respeto a señalamientos viales peatonales en la zona ciudad judicial en Puebla.

Existen en el mundo y en cualquier tipo de sociedad diversos problemas a resolver: la salud, la seguridad, problemas económicos, situaciones sociales en general. Y que cada cultura enfrenta de diversas maneras.

Buscar siempre las mejores y mayores ganancias, las supremacías en sus diferentes ámbitos, el consumo de drogas, la desintegración familiar, incluso el decrecimiento en su población, son algunos de los problemas que caracterizan a grandes potencias: los mismos estadounidenses blancos y los países europeos en general.

Los países como el nuestro, “en vías de desarrollo”, se enfrentan por su lado a problemas económicos, endeudamiento interno y externo, servilismo internacional hacia el más fuerte. Y al interior, problemas crecientes de corrupción, inseguridad, salubridad, recursos escasos o mal distribuidos en general: recursos naturales, económicos y logísticos. Y un grave y principal problema que enfrentamos, es una creciente falta de educación en general.

Esta falta de educación tiene un sinnúmero de consecuencias. Que frenan nuestro desarrollo y crecimiento en más de un aspecto. En este caso que nos ocupa hablar de un punto preciso que es la desobediencia a las señales viales, específicamente a las señales de paso de transeúntes conocidas como zebras en el caso de Puebla y para poder ofrecer una propuesta de solución nos enfocaremos en los pasos peatonales en Puebla en la zona de Ciudad judicial.

Existe en el reglamento de Puebla las especificaciones concernientes a las señalizaciones viales para indicar que un paso es peatonal, lo cual significa que el peatón, siempre que no haya un semáforo indicando la preferencia del automovilista, tendrá preferencia, lo que implica que los autos deben parar y ceder el paso al peatón. Esto lo vemos plasmado en el:

CAPÍTULO III

DE LOS PEATONES

Artículo 13

Los peatones deberán:

I. Andar en las banquetas de las vías públicas;

II. Cruzar las vías públicas en las esquinas o zonas marcadas para tal efecto;

III. Utilizar siempre los puentes o pasos peatonales para cruzar la vía pública.

IV. Tomar las precauciones necesarias al transitar, en caso de no existir semáforo, para no provocar accidentes;

V. Obedecer las indicaciones de los policías viales, los semáforos y la señalización vial para regular el tránsito; y Reglamento de la Ley de Vialidad para el Estado Libre y Soberano de Puebla. 17

VI. Abstenerse de colocar obstáculos que impidan el tránsito peatonal, el desplazamiento o acceso de personas con discapacidad o que imposibilite el estacionamiento o circulación de vehículos en la vía pública. Los peatones menores de diez años de edad deben ir acompañados de una persona adulta, tomados de la mano al cruce de las calles. Los adultos mayores o cualquier otra persona que esté impedida para conducirse sola en las vías públicas, podrá ser asistida por una persona, animal o utilizar cualquier medio técnico o electrónico que la ciencia aporte para su traslado.

Artículo 19

I. Queda prohibido a los conductores, lo siguiente:

II. Circular sobre banquetas, camellones, andadores, ciclo vías y vías peatonales; Circular en carriles de contra flujo y de uso exclusivo en términos del presente Reglamento;

III. Invadir los pasos peatonales marcados con rayas para cruces de las vías públicas, así como en las intersecciones con las mismas;

Recordemos que al principio de este trabajo dijimos que los países de primer mundo tienen sus propios problemas, sin embargo, este problema no lo tienen ellos. Porque en sus ciudades también existen estos pasos de preferencia peatonal solo que en esos países sí los respetan. ¿Por qué aquí en Puebla no?

Pues la respuesta que me viene a la mente es porque así lo vimos en “los otros”. Los otros: primero en nuestros pares, después nuestros hermanos, si tuvimos, luego con nuestros amigos y conocidos y finalmente con los desconocidos, quienes pareciera que estamos totalmente de acuerdo en hacer caso omiso de esos señalamientos como si no existieran. Dicho en otras palabras: así lo aprendimos; eso nos enseñó la sociedad.

Sabemos que en nuestro país y, específicamente en nuestro estado, es casi una costumbre no respetar la ley si no nos obligan fuertemente, pues simplemente no la respetamos. Existe una falta de respeto al orden culturalmente arraigada.

Así, podemos decir que la ley existe, pero se infringe. Se infringe por ambos lados: tanto el automovilista que no se detiene, como el peatón que no busca hacer valer su derecho.

En lo personal he asistido en diversas ocasiones a ciudad judicial pudiendo percatarme que existen dos pasos peatonales muy claros. Uno que es para cruzar del camellón hacia los tribunales federales y otro que es para cruzar del camellón hacia donde están los juzgados.

Y noto, muy sorprendida, cómo es que es que abogados y abogadas

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