Resumen Discurso fúnebre De Pericles

Pericles dedica un discurso a los caídos en la Guerra del Peloponeso. La pieza oratoria de Tucídides se divide en cuatro partes: el recuerdo a los antepasados, el ensalzamiento de los valores atenienses, el elogio a los soldados muertos y el consuelo a los familiares.

El discurso se inicia con un excuso introductorio donde presenta las partes en las que dividirá la pieza. Posteriormente, Pericles hace un llamamiento a tributar “el homenaje del recuerdo”. En esta parte, el orador ensalza el sentimiento patriótico de los habitantes recordando que, generación tras generación, los atenienses han ido acrecentando la potencia del imperio hasta convertirlo en autosuficiente.

En segundo lugar, Pericles inicia la exaltación de los valores atenienses con la alabanza de la democracia como modelo de régimen de estado que debería seguirse. Continúa hablando de la igualdad política de los ciudadanos, la libertad y el sentido moral. Además, recuerda que la sociedad ateniense puede gozar de juegos y fiestas todo el año. En ese sentido recalca el papel de una ciudad cosmopolita. En el terreno de la guerra, destaca la valentía de los atenienses, con una clara oposición a los espartanos. Elogia, además, el amor a la sencillez, lo que podríamos resumir con el tópico latino aurea mediocritas (Horacio, Odas II 10). Asimismo recuerda que la sociedad ateniense ha sido siempre generosa y ha prestado ayuda confiadamente. Por último, Pericles hace referencia al futuro de nación: serán admirados por todos sus contemporáneos. Este sentimiento de eternidad también lo destacó Homero al hablar de su obra: Exegi monumentum aere perennius (He construido un monumento más perenne que el bronce).

En tercer lugar, el discurso se centra en un breve elogio a los soldados muertos en Peloponeso. Habla de la muerte como igualadora de los ricos y los pobres. Alaba a los caídos aludiendo a su resistencia ante los enemigos aun sabiendo que el final sería la muerte para evitar la vergüenza. Califica a los soldados como “dignos de nuestra ciudad” y hace un llamamiento a los vivos para que aprecien la ciudad y, posteriormente, la defiendan. Finalmente identifica la felicidad con la libertad y a ésta como premio al coraje.

En último lugar, Pericles se dirige a los familiares con palabras de consuelo y les dice que sus familiares murieron felices al alcanzar la nobleza con la muerte. Además, apela a la resignación e invita a los padres que aún están en edad a engendrar nuevos hijos para olvidar a los muertos y así contribuir a la seguridad de la ciudad para tener más peso demográfico. En cuanto a los que ya no están en edad, les recuerda que han sido dichosos la mayor parte de su vida y que, en realidad, ya no importa, puesto que su tiempo es breve. En última instancia, Pericles llama a los hijos y hermanos de los fallecidos a luchar para estar a su altura.

En lo que a mi opinión se refiere, aunque sea un

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