Resumen de El Arte de la Guerra

Universidad Católica de Santa María

Facultad de Ciencias Económico Administrativas

Programa Profesional de Ingeniería Comercial[pic 1]

Curso: Administración de Empresas III

Tema: Resumen “El Arte de la Guerra”

Alumna: Montes Gamarra Isabel Alejandra

Sección: “A”                

Arequipa-Perú

2014

El Arte de la Guerra

Este libro y video nos habla de las estrategias que se utilizaban en las guerras, pero más que todo enfocado en la vida de una persona. Como por ejemplo en el caso de entrar a una empresa, así como en un batallón de guerra, todos deben tener el mismo objetivo, lo mismo debe pasar con los trabajadores., debemos mantener a nuestros trabajadores animados. También el libro comenta sobre las estrategias, saber utilizarlas, como por ejemplo a la competencia hacerle creer que nosotros estamos lejos de ellos cuando en realidad es mentira y estamos realmente cerca, no hay que creernos los mejores ya que nuestra competencia nos puede derrotar. Debemos aprender a conocer los puntos débiles del competidor y saber cómo manejarlos, en general el libro nos enseña a saber estudiar a nuestra competencia o rival, y  principalmente nos enseña a saber identificar cuando la competencia está débil y en qué momento podemos sacar ventaja y llegar a ser los mejores.

Podemos decir también que este libro nos enseña la estrategia para poder aplicarla con sabiduría, el conocimiento de los momentos de confrontación, no es tanto un libro sobre la guerra si no es para comprender el conflicto entre competencias y lograr conseguir una solución. Todas las enseñanzas de este libro se pueden aplicar en diferentes campos, principalmente en el de negocios, e incluso en el comportamiento de una persona. En este libro se explica que es mucho más importante conocer y discutir las razones que nos llevan al conflicto para buscar una solución mediante la aplicación de ciertas reglas en vez de ir de frente a la guerra. El libro en general se basa en principios, los cuales son tipos de reglas que nos enseñan a encontrar una solución al conflicto, mediante estrategias.

Su primer principio nos dice la guerra es de vital importancia para el Estado; es el dominio de la vida o de la muerte, el camino hacia la supervivencia o la pérdida del Imperio; y es obligatoria manejarla bien. No reflexionar seriamente sobre todo lo que implica la guerra respecta a la conservación o pérdida de lo que nos más queremos; y ello no debe ocurrir entre nosotros; el arte de la guerra se basa en el engaño. Por lo tanto, cuando la competencia es capaz de atacar, debemos de aparentar debilidad, cuando los competidores se mueven, aparentar inactividad. Si estamos cerca del enemigo, hay que hacerle creer que estamos lejos; y viceversa. También nos dice, golpear al enemigo cuando está desordenado, prepararse contra él cuando está seguro en todas partes. Evitarlo durante un tiempo cuando es más fuerte

En el segundo principio nos habla sobre si los competidores se encuentran bien preparados y bien organizados, si están unidad, nuestro objetivo es lograr dividirlos entre ellos; atacarlo cuando no esté preparado y cuando menos se lo espere; esas son las claves para una victoria con estrategias. Debemos ser veloces y agiles al momento de aplicar nuestras estrategias y poner en acción nuestros planes. Una de las estrategias del segundo principio nos habla sobre lograr que nuestras competencias se derroten entre ellos, y que en el ambiente interno de cada una de ellas se forme la desunión, de esa manera nosotros seremos más poderosos que ellos. Lo más importante de cualquier operación es la victoria y no la persistencia.

En el tercer principio nos dice que es mejor conservar a un enemigo intacto que destruirlo, también debemos lograr destruir a nuestras competencias antes de que sean una amenaza para nosotros y seremos unos buenos líderes. Nunca debemos atacar a una competencia por prisa o por cólera, lo mejor es tomarse tiempo para poder planificar y coordinar de mejor forma el plan que después aplicaremos a nuestras competencias. Para ser el mejor en nuestro campo debemos eliminar competencias de la forma más sencilla sin necesidad de atacarlos, de esta forma logramos la victoria completa, ya que no provocamos mayores problemas y el enemigo es vencido por empleo de la estrategia, que es la mejor forma que sea vencido. Si llegamos a conocer a nuestras competencias, podremos conocernos a nosotros mismos, ya que si no nos conocemos ni conocemos a las demás correremos el peligro de ser vencidos.

En el cuarto principio nos dice que la invencibilidad está en uno mismo, la vulnerabilidad en el adversario, la invencibilidad es una cuestión de defensa, la vulnerabilidad, una cuestión de ataque. Mientras no observemos vulnerabilidades en el orden de batalla de nuestros adversarios, debemos ocultar nuestra forma de ataque y prepararnos para ser invencibles con la finalidad de preservarnos. Cuando los adversarios tienen órdenes de batalla vulnerables, es el momento de salir a atacarlos. El libro dice que la defensa es para tiempos de escasez, el ataque para tiempos de abundancia, en situaciones de defensa, debemos ser invisibles para todo el mundo; en situaciones de ataque, debemos ser veloces. Debemos ser capaces de ver lo sutil y de darnos cuenta de lo oculto, irrumpiendo antes del orden de batalla, así la victoria obtenida será más sencilla de conseguir. Cuando uno es capaz de ver lo sutil, es más fácil de ganar.

El quinto principio nos dice que podremos ser expertos si somos capaces de vencer al enemigo creando una percepción favorable en ellos, y de esta forma obtener la victoria sin necesidad de ejercer su fuerza. El desorden llega del orden, la cobardía surge del valor, la debilidad brota de la fuerza. Debemos fingir desorden para convencer a nuestros adversarios y distraerlos, pero primero tenemos que organizar el orden, porque sólo entonces podremos crear un desorden artificial. Si queremos fingir cobardía para conocer la estrategia de los adversarios, primero debemos que ser extremadamente valientes, porque sólo entonces podremos actuar como tímidos de manera artificial. Si queremos fingir debilidad para inducir la arrogancia en nuestros enemigos, primero debemos de ser extremadamente fuertes porque sólo entonces podremos pretender ser débiles. Los buenos guerreros hacen que los adversarios vengan a ellos, y de ningún modo se dejan atraer fuera de su fortaleza. Si logramos que los adversarios vengan a nosotros para combatir, su fuerza estará siempre vacía. Si no salimos a combatir, tu fuerza estará siempre llena. Este es el arte de vaciar a los demás y de llenarte a ti mismo. Debemos ser extremadamente sutiles, discretos, hasta el punto de no tener forma. Debemos ser completamente misteriosos y confidenciales, hasta el punto de ser silencioso. De esta manera podremos dirigir el destino de nuestros adversarios. Cuando nuestros adversarios lleguen para atacarnos, no debemos luchar con ellos, sino que debemos establecer un cambio estratégico para confundirlos y llenarlos de incertidumbre. Debemos hacer que los adversarios vean como extraordinario lo que es ordinario para nosotros; hacer que vean como ordinario lo que es extraordinario para nosotros. Hacer algo por o en contra de los adversarios para llamar su atención, de manera que podamos descubrir sus hábitos de comportamiento de ataque y de defensa.

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