Resumen Ética para Amador

ENSAYO DEL LIBRO

“ÉTICA PARA AMADOR”

FERNANDO SAVATER

Al leer el libro de Fernando Savater “Ética para Amador”, me pude dar cuenta de que es una profunda lectura muy personal y combinado con lo universal y común que es la historia relatada, pero la diferencia la encontramos en la palabra subjetiva, en donde a través de la lectura y comentarios hechos con una persona que ya lo había leído, me pude percatar de que todos podemos mirar la misma cosa, pero observar algo distinto, de ahí el valor que torna lo que es lo subjetivo, lo cual nos permite tomar a cada quien a su manera los valores impregnados en el libro.

Al transcurrir cada página de él, cada vez más podía escuchar a mis padres, siempre ahí, queriendo dar consejos para una vida mejor, consejos que son muy difíciles de dar, porque los padres tratan quizá con los seres más inestables del planeta “los adolescentes.

En el prologo, el padre de Amador dice algo muy cierto: a veces Amador, tengo ganas de contarte muchas cosas… Podemos imaginar a ese padre, con el puño de palabras en la boca, palabras a un joven lleno de vida, que al ver que se está convirtiendo en el arquitecto de su propio destino, al padre no le queda más que salirse del juego y esperar sentado en la banca, viendo si los cimientos que el forjo, podrán soportar aquel pequeño, que muy pronto será un ser independiente.

El libro es agradable, imagino a mi madre escribiendo cada página de él, y a mi padre checando la ortografía, porque el es de esos padres que tienen mucho que decir, pero ni escribiéndolo podría.

Va dirigido especialmente a los adolescentes, porque cuantas veces no hemos escuchado decir a nuestros padres –hijo déjame ser tu amigo-, pero no, los padres no pueden ser amigos de sus hijos, ellos tienen un oficio más importante, y lo desviarían queriendo tomar un rol de amigos en la vida de nosotros como adolescentes, que definitivamente no les va. Como dice el padre de Amador: para jóvenes, están ustedes.

Se citan muchos[***] ejemplos, ejemplos que no encontraras en un libro de alguna ciencia exacta, e incluso en una informal. Ejemplos vividos en carne propia, a través de una experiencia empírica, plasmados en hojas, para leerlas una y otra vez, y no palabras en una conversación que aburre, y el viento se lleva.

Los libros por eso me gustan, por que lees, y le das el tono, tiempo y espacio que más te parezca pertinente, imaginas la situación, y en este especialmente, de una manera muy peculiar, puedes escuchar hasta la voz de tus padres.

Hay párrafos con ejemplos llenos de un valor incalculable que me gustaría redactarlos completos en este ensayo.

El padre de Amador, no desea llenarlo de sabiduría a través de cada línea, solo quiere que Amador extraiga de su cerebro, lo que el necesite, y que Amador le regale un poco de aquella juventud que a él le sobra.

Quiere que tenga confianza, la confianza en el mismo, para obtener aun más inteligencia de la que por ser humano se le concibió, y amor, para poder encontrar algún día la mejor compañera.

Invita a su hijo, a tratar de recordar aquellos momentos, en los que él, siendo tan pequeño, era el mejor filosofo en la vida de su padre, quería demostrarle lo orgulloso que estaba de su hijo, haciéndole saber que el recordaba cosas que quizá el ya había olvidado, esas lecciones de vida que un hijo le da a su padre, y no como comúnmente se cree, el padre como absoluto maestro.

Para ser padre se necesita antes haber sido un hijo, pero para poder ser un hijo, se necesita saber lo que es ser padre. Son palabras que por lo general escuchas en tus abuelos, o simplemente gente adulta, que ya ha jugado con la mayoría de los roles, para poder llegar a una madurez, no solo física, sino mental.

“Aprende algo de mí, yo aprendo de ti.” Uno de los objetivos principales del libro dirigido a su amado hijo.

En el primer capítulo el principal tema es: las cosas que uno puede o no, aprender a voluntad. Esto me remonta a una frase que hay en mi libro de ética de la prepa, un poco contraria a la anterior: lo que estamos obligados a saber. Con esto quería explicarle a Amador que hay cosas que podemos vivir sin conocer, pero hay otras que son necesarias saber. Con ejemplos muy simples le explica a su hijo como no existe una persona capaz de saberlo todo, y no hay más remedio que elegir y aceptar con humildad lo mucho que ignoramos, dándole así cabida a escoger que quiere conocer, y que no le impide vivir, al no saberlo.

Se pude vivir de muchos modos, pero hay modos que no dejan vivir. Así le muestra

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